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ASUNTOS DE DERECHO

La mujer adúltera

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Matías Modesto del Rosario HijoSanto Domingo

Una mujer había desertado del domicilio conyugal para ir a vivir con su amante, llevándose consigo la única hija del matrimonio, una muchachita de quince años. Se había solicitado el divorcio. Pero nuestra mujer adúltera deseaba de una manera absoluta conservar la custodia de su hija.

Ésta esposa infiel, sabía que por razón de su conducta no tenía ninguna oportunidad de obtener del tribunal que accediera a sus deseos, a menos que le fuera posible establecer que su marido era un padre desnaturalizado y que su presencia al lado de su hija constituía un peligro.

Imaginó entonces acusarle de haber abusado de sexualmente de su hija. Hizo la denuncia, no sin haber tomado todas las “precauciones”, y la palabra es eufemismo, para que las comprobaciones médicas del magistrado instructor no dejaría de ordenar, confirmaran su acusación.

La muchachita, que adoraba a su madre y deseaba permanecer con ella, aceptó sin protestas ser cómplice de aquella odiosa maquinación.

El padre, enmudecido sobre todo ante semejante acusación, protestó con violencia de su inocencia en cuanto se hubo repuesto. Careada durante más de una hora con el autor de sus días, la muchachita relató, tras bajar los ojos y con lujo extraordinario de detalles, esos detalles, que según se dice, no se inventan, las violencias de que había sido víctima.

El padre perdió, tal como estaba previsto, toda probabilidad de obtener la custodia de su hija, pero el tribunal experimentó repugnancia de confiar la jovencita a su madre y prefirió ingresarla en pensión en una institución religiosa. Quince meses más tarde, en el transcurso de una visita de su abuela, la muchacha se sumió bruscamente en lágrimas y reconoció el papel que había representado.

Repitió su confesión, primero ante la madre superiora, seguidamente ante el juez de instrucción y reveló las prácticas de que su madre se había hecho culpable para engañar al médico legal. El caso terminó ante el tribunal, pero en el banquillo de los acusados la esposa reemplazaba al marido.

Fue condenada a una pena severa

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