Santo Domingo 25°C/26°C scattered clouds

Suscribete

PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO

Impacto económico de la equidad de género

Las mujeres desempeñan un papel esencial en el crecimiento económico. Organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Comisión Europea, ONU-Mujeres, entre otros, han establecido en múltiples estudios empíricos que hay una relación proporcional entre las oportunidades económicas de las mujeres y el éxito de las economías.

El Banco Mundial y el programa de las Naciones Unidas conocido con el nombre de ONU- Mujeres, ha realizado estudios profundos relacionados con las ventajas de la participación igualitaria de las mujeres en el mercado laboral y en los puestos de dirección de las empresas. Además, cómo el empoderamiento económico femenino, impacta en el crecimiento y el desarrollo.

ONU-Mujeres expresa que “Invertir en el empoderamiento económico de las mujeres contribuye directamente a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento inclusivo”. Este organismo coloca en su informe cifras reveladoras: Si el nivel de participación de las mujeres y de los hombres en el mercado laboral continúa con la desigualdad imperante, para el 2040 en Europa se producirá un défi cit de 24 millones de trabajadores. Por el contrario, si se reduce esta desigualdad el défi cit sería tan solo de 3 millones.

Un estudio de empresas a nivel mundial registró que el 18.3% de ellas contaba con una mujer en la cúpula directiva. Sin embargo, un análisis realizado por la Revista Furtune a una lista de empresas estableció que la representación de mujeres en cargos directivos representó un incremento de un 34% en la rentabilidad de los accionistas, en relación con empresas lideradas por hombres.

Hasta los problemas étnicos y de género crean brechas salariares.

En el año 2012 en Estado Unidos, las mujeres hispanas recibían un 10% menos de salario que los hombres hispanos y un 40% menos que el salario de los hombres de raza blanca.

Hace cuatro años, las mujeres representaban el 43% de la mano de obra agrícola en los países en desarrollo y las agricultoras producían entre un 20 y un 30 por ciento menos que los hombres por tener menos acceso a los insumos agrícolas, como semillas, fertilizantes, herramientas y fi nanciamiento. Si tuvieran las mismas oportunidades que los hombres, en 34 países en desarrollo, la producción agrícola se incrementaría en un 4% y la desnutrición en un 17%, benefi ciando a 150 millones de personas, revela el informe.

Cuando los ingresos del hogar controlados por mujeres aumentan, se benefi cia la educación y la salud de los niños y niñas. Un estudio realizado a 219 países en un periodo de 39 años (1970-2009), concluyó que por cada año adicional de educación de las mujeres en edad de procrear, la mortalidad infantil disminuyó en un 10%. El aumento del nivel educativo de las mujeres las hace más conscientes de su estado de gestación, siguen las reglas y procedimientos médicos, lo que garantiza nacimientos saludables. En 20 años (1970-1990), en la medida en que las mujeres aumentaron su nivel educativo, la mortalidad infantil se redujo en 4.2 millones de niños y niñas. En el caso de América Latina y el Caribe, el Banco Mundial (BM) plantea que el ingreso laboral femenino aportó el 30% de la reducción de la pobreza extrema en los últimos 10 años. El BM centra su atención en la necesidad de ampliar las necesidades de las mujeres en el mercado laboral, mejorar la capacidad de actuar del sector femenino y ayudar a los hogares pobres encabezados por mujeres.

La diferencia de salario entre hombre y mujeres no es exclusiva de una región, más bien se considera como un fenómeno universal: en Alemania las mujeres ganan un 23% menos que los hombres; en el Reino Unido un 9.6% menos; en Irlanda un 17%; en Italia un 5.3%; en Portugal 18%; en Grecia 30%; en Hungría 14%; en Australia 18%; en Bulgaria 15.7%; en Rusia entre 20 y 30 por ciento; en Marruecos 17%; en Brasil 27%; en Costa Rica 26%; en Nicaragua 33%; en Palestina solo un 16% de las mujeres trabajan y en la República Checa la diferencia de salarios en el sector privado es desde un 33 a un 50 por ciento.

Saadia Zahidi, coautora del Informe del Índice Global de Brecha de Género elaborado por el Foro Económico Mundial, estableció los dos elementos fundamentales para avanzar hacia la paridad económica entre hombres y mujeres y un mayor acceso de las mujeres al mercado laboral: “tanto dentro de países como entre países hay dos vías claras a seguir para avanzar hacia la igualdad económica de género, en las que la educación hace las veces de acelerador. En el caso de los países que proporcionan esta inversión básica, la incorporación de las mujeres en el mercado laboral es la próxima frontera de cambio. Y en el de aquellos que no han realizado inversiones en la educación de las mujeres, eliminar este obstáculo es esencial para la vida de las mujeres y para el vigor de las economías”.

El Foro Económico Mundial (2013), ubicó a la República Dominicana en el lugar 72 (0.6867 puntos) de un total de 136 países, en el Ranking del Índice Global de Brecha de Género; posicionó al país en el puesto número 63 (0.6751 puntos) en el renglón de “participación económica y oportunidades”, y en el puesto 84 (0.1184 puntos) en el renglón de “empoderamiento político”.

Tags relacionados