Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

ORLANDO DICE

Hipólito y el PLD

EL MAMBO DE HIPÓLITO.- Si el PLD o el Gobierno quieren hablar con Hipólito Mejía, Hipólito Mejía tiene la oportunidad de conseguir con el PLD o con el Gobierno una Ley de Partidos consensuada. La discusión debiera ser entre PLD y PRM, y los demás partidos de oyentes sin derecho a examen ni posibilidad de pasar de curso, pero se conocen las deficiencias y dificultades del Moderno.

Luis Abinader tocó la puerta con su propuesta de John Giulliani sobre Seguridad Ciudadana, pero tan bajo que o no lo oyeron o no consideraron apropiado abrirle.

Tampoco insistió, creyendo tal vez que más alante hay gente. Con Mejía no ocurre igual, pues manda la carta sin preocuparse mucho si llega o no, si se le responde o no, pues más que tragar, se conforma con regurgitar. Con Mejía, pues. Además de que la determinación habla por sí misma. Jesús Vásquez dijo que primero la integración del Tribunal Superior Electoral, pero Mejía insiste en la Ley de Partidos, y como si Vásquez no hubiera declarado, se fue al Senado de la República a conversar con Reynaldo Pared y otros senadores. La Ley, por tanto, va…

PENSAR, ACCIONAR.- Hay unos que mirando el cielo se entretienen contando estrellas, y otros que levantan la vista y solo ven palomas volando. Dice el refrán que es mejor paloma en manos que cien volando. Hipólito Mejía no pierde su tiempo observando luces en el firmamento, ni tampoco aves en el aire. Lo suyo es paloma en manos.

Si la voluntad no le alcanza para proponer candidatos al Tribunal Superior Electoral, debe confiarse en la voluntad de los otros. Que con ganas de joder no se llega a parte, ni se jode. No es toda la experiencia, pero es experiencia.

En ocasiones se va más lejos por las buenas que por las malas. Mejía quiere Ley de Partidos, y él sabrá las razones.

Aunque podrían adivinarse. Insiste cada vez que puede o le preguntan en la necesidad de que el PRM se estructure o reestructure, o que sin falta haga convención y renueve su cuadro directivo este año, como consta en los estatutos.

Ese pensar se corresponde con ese accionar. El actual esquema, la legislación vigente, no permite a satisfacción ni una cosa ni la otra. El orden no se gesta dentro, debe imponerse desde fuera…

COMO SI NO LO CONOCIERAN.- Se cuenta ahora que Agripino Núñez en su nuevo papel de presidente o coordinador de la comisión de Punta Catalina no tendrá tiempo para ocuparse del Diálogo entre los partidos, y muy particularmente de la legislación en agenda. No lo conocen o no han vivido en este país en los últimos 30 años, en que dirigió con éxito la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y medió en todos los conflictos, algunos de alta peligrosidad como la crisis post-electoral de 1994. Además, si hay buena disposición, o entendimiento previo, como sería el caso, no habría que discutir mucho. Lo acordado sería ley entre las partes, y los demás, como demás, solo tendrían que consentir.

El PRM, si fuera inteligente, daría poderes a Hipólito Mejía para que no solo figure, sino que represente. Que no solo firme, sino que ponga sello. Si Andrés Bautista no fue capaz de llevar los chicharrones prometidos en el diálogo fallido, que deje a Mejía, que este con un desayuno en La Loma resuelve, y resuelve bien. Si no se puede con resabios, que los víveres sean decisivos…

DETALLES ENTRE LOS DOS.- Aunque faltarían los detalles y no serían los de Roberto Carlo. Hipólito Mejía habló con Reinaldo Pared, y Reynaldo Pared es muchas cosas al mismo tiempo: secretario general del PLD, presidente del Senado y miembro de la comisión nombrada por el Comité Político para discutir todo lo referente a la Ley de Partidos. En esa condición participó en el Diálogo de Agripino, aunque como secretario general del PLD agradó a Mejía como un líder de oposición con quien se puede hablar. Pero el PLD no es Reinaldo Pared. Reinaldo Pared debe rendir cuentas, y debe hacerlo ante los líderes de mayor ascendiente. El presidente de la República y el presidente del partido, Danilo Medina y Leonel Fernández. Los dos pueden confiarse en Pared, y la guagua puede salir a mil. Pero igualmente podrían querer involucrarse directamente, o Medina o Fernández, y al hacerlo tendrían que hablar personalmente con la otra parte. Con Mejía. Con Medina no habría problema, ya que además de la amistad que lo une a Mejía, este le divierte, o con chistes viejos, o chistes nuevos. Pero ¿Y Fernández, se juntaría con Mejía, o Mejía con él?

Tags relacionados