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EL ROEDOR

La fortuna en Bosch y Michel

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Aristófanes UrbáezSanto Domingo

“Tengo tan poco que hay para dar”. (Ricardo Arjona).

1.- A través de toda la historia de la humanidad, han surgido pensadores que se han preguntado acerca de tanto del origen, como la finalidad de las riquezas, sobre todo, a partir de que los espartanos descubrieron el hierro; luego la aleación de cobre y estaño (el bronce), que inició no sólo la Edad del Hierro, sino de los Metales, y se inició ese enorme interregno de la sociedad que Lewis H. Morgan bautizó como “la sociedad agraria sedentaria”, todo lo cual desembocó en el s. XIX en el libro de F. Engels. “Origen de la familia, la propiedad privada y Estado” (hay que anotar que dichos cuestionamientos y teorías aparecieron desde los grandes padres de iglesias hasta primeras sociedades modernas de USA, América Latina, Europa, Asia y en la África de los grandes líderes Lumumba, S. Machel, T. Sankara, Mandela, etc; e incluso en la Biblia se habla mucho de las riquezas y de sus usos, así como los famosos banquetes de Lúculo, e igual en todo los filósofos del llamado “Período Sistemático de la Filosofía”; no simples sistematizaciones del mundo mezclada con mitos y religión –Kopnin--; sino que eran sistemas organizados del mundo: Alejandría, Grecia y Roma).

2.- Desde Nixon y Vietnam comenzaron los petrodólares, y luego los eurodólares; pero la “burbuja” del dinero ficticio comienza con R. Reagan, a quien Bosch le escribió dos cartas, explicándole que esa situación arruinará la economía del mundo, porque el dólar se convertirá, porque la sustituirá, la mercancía. El viejo exdiputado republicano por Texas y médico, Ron Paul, les advirtió a los estadounidenses y al mundo, que USA estaba negociando con dinero “ficticio”, que compraba a futuro, pero ese dinero era en el “aire” porque ni existía, ni se pagaba nunca, ni se podía pagar porque no tenía respaldo en oro en las bóvedas; o sea, que su país estaba estafando a todo el mundo. Hoy dirige un Partido Patriota; y Bosch fue más lejos: advirtió que instituciones que no estaban en el organigrama del EE.UU, como Estado: la CIA, la ASA, les servían al Pentágono y a sus millones de empleados de todo tipo (analistas, expertos, espías, técnicos, trabajadores de industrias de armas, científicos en todas las ramas; de comida, de uniformes, propaganditas, periodistas, etc.), que actuaban como Estado y tenía más fuerza y funciones que el legal, a tal extremo que bombardeaban países sin que el Congreso les declarara la guerra, y nadie se enteraba nunca, por la enredadera, quién lo autorizó, como en Chile, es que ahora se sabe de Kissinger y la ATT. Ahora bien: todo en beneficio de las compañías transnacionales. Rand Paul, senador, también republicado por Kentucky, hijo del exdiputado y también médico oculista, presidenciable, dijo en el Congreso, que la CIA mata, desaparece hasta a los propios ciudadanos norteamericanos, tumba gobiernos, y no le informa nada al Congreso, que se supone es el organismo del Estado para autorizar todo eso. “Es una agencia criminal que nadie sabe al servicio de quién está y que manda más que el gobierno, y nos espía a todos”.

3.- BOSCH Y ALBERT.- Pues, tal como dije al comienzo, hay muchas teorías sobre ese afán de riqueza, de codicia, de angurria; y de la envidia.

Reconozco que soy un “pobre de espíritu”: me alegro que mis amigos consigan, aunque no me agradan los “podridos” que alardean de serios (y Dios me ha premiado: mis hijos son iguales: les basta con lo que tienen, nunca me han hablado de riqueza, ni de lo ajeno). Quien no lo crea, es su problema. PERO lo que nos interesa hoy hay aquí era lo que don Juan y Michel Albert decían de la riqueza. Don Juan era un apasionado de los pobres y de la ecología. De ahí que pensara, ya en 1961, no robarse a Valle Nuevo, sino en “Las Villas de la Libertad”, que pretendían bajar de las montañas (se cuela en sus cuentos) a todos los campesinos para conservar las montañas y fuentes acuíferas; y respecto al dinero, andaba por los Marcano y el científico Michel Albert, de USA, que afirma con que los incuantificables millones acumulados por los ricos, produciríamos comida para 30 mil millones de seres humanos; no habría campesinos sin tierras, ni abusos, ni injusticias, ni tantas mafias y armas letales que se educaría a todos los humanos y habría menos malos; más científicos. Todo el que ha leído a don Juan, o estuvo con él en alguna charla-conferencia y hablando debajo de árbol, sabe que eso era su ideal. “¡Juan Bo: mi Noche Buena!”, iban los viejitos. Les hacía un chiste y les daba una papeleta de 10 pesos. (500 ahora) Muchas veces, se me salían las lágrimas.

PD: ¡He de ahí mi energía, corrupticos, que ven la corrupción que les conviene! ¡Ojalá ya todos vivamos bien!

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