Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Un artículo sobre principios

Muchas personas poderosas están todo el día a la luz pública, siempre mostrando una sonrisa y conquistando diariamente su vigencia. Esto, como podemos ver, los hace ver agradable a los ojos; los muestra como personas dadivosas cuando regalan bienes, y coherentes, cuando se trata de comunicadores alabanciosos de políticas, públicas y privadas, que tienen apariencias de positivas para el pueblo.

No podemos olvidar también las nuevas figuras de emprendedores empresariales que solo buscan resaltar su imagen pública, pero apoyando las políticas abusivas de bajos salarios y representando los intereses de una muy baja porción de la población. Estas personas actúan sin tomar en cuenta, ni por un segundo, las necesidades de enfermos, necesitados, trabajadores, profesionales medios, etc. Todos estos actores, y otros más, no se han detenido nunca a ver la necesidad de la mayoría, solo buscan intereses personales, evadiendo una responsabilidad social y cristiana básica, pensando en su vida más que como instrumentos de beneficios personales, ya sean económicos o de ego y vanagloria, lo cual no solo agrava la situación de los demás, sino que da un mal ejemplo a los de abajo, que los lleva a desear compartir esa cultura egoísta.

Me detengo un momento en paz con mi corazón y Dios, me reencuentro con mis ideales, y con palabras de la Biblia que no solo hablan de la fe, sino de la moral que necesita la humanidad para poder sobrevivir y vivir mejor. Entonces decido pasar estos pasajes bíblicos:

Eclesiastés Capítulo I: 1: 2 Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. 1: 4 Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece. 1: 7 Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo. Luego de reflexionar en lo que no vale, y las personas siguen creyendo en su ego y su individualidad. Me pregunto por qué siguen ese mismo camino, porque sufro yo al ver esto y entonces leo:

Eclesiastés Capítulo I: 1: 16 Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia.

1: 17 y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu. 1: 18 Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.

1:18 Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.

Al leer esto entiendo mi dolor, entiendo mi responsabilidad como como ciudadano, compañero, amigo y como hijo de Dios. Esperando que Dios ilumine a todos aquellos que solo persiguen motivos individuales, o de su colectivo, y que recuerden que el pueblo dominicano es un todo, y no un grupo de clase. La solidaridad debe vivir siempre en nuestros corazones.

“El corazón del sabio está a su mano derecha, mas el corazón del necio a su mano izquierda.” Eclesiastés 10:2

Tags relacionados