La Torre Infiel de Bayona

LAS CELEBRADAS ABSURDIDADES DE FRANCISCO Por su confeso nepotismo, su clientelismo a ultranza u otros males, por las sempiternas carencias que presenta el municipio que ha dirigido directa o indirectamente todos estos años, o por sus absurdas “absurdidades”, cualquiera podría pensar que el alcalde de Santo Domingo Oeste, Francisco Peña, no cuenta con el apoyo de sus munícipes. Pero resulta que es todo lo contrario. Mientras más absurda es su franqueza, son sus decisiones, mayores son las intenciones de voto a su favor, lo que explica que su candidatura haya sido apoyada unas veces por tirios y otras veces por troyanos. Así es nuestra clase política toda cuando de ganar una candidatura se trata. Son hijos de Marx, pero no de don Carlos sino de Groucho: “Estos son mis principios, si no les gustan tengo otros”.

LAS ANÉCDOTAS De don Francisco, el de la Torre, se cuenta que cuando en una entrevista cuestionaron haber nombrado a 13 miembros de la familia de su esposa, él respondió para corregir el dato: “No, mija, no son 13, son 20 y aun así ella se queja de que no la ayudo. Díselo otra vez, mija. ¿Cuánto es que son?” Y otra vez “parriba” su popularidad. El pasado miércoles, en primicia para “El Sol de la Mañana”, don Francisco nos explicó que si bien él no sabía bien qué era eso de Torre Eiffel, “se la encontró bonita” y además a buen precio (medio millón de pesos, y algo más de dos millones con traslado, montaje e iluminación incluidos), y por eso la compró. Terminó de decirlo, y otra vez la crítica mediática que no tiene absolutamente nada que ver con lo que piensan los ciudadanos que tienen derecho a votar en el municipio de Santo Domingo Oeste, todos ellos felices de, al fin, ser noticia de primera en los medios. Es un caso digno de estudio que amerita otro bulevar:

DONALDO Y FRANCISCO EN LO SUYO Mientras las clases medias ilustradas o empecinadas en parecerlo, y las redes sociales casi todas truenan contra la decisión del alcalde, los votantes del municipio (los que tienen la primera y última palabra electoral) andan de fiesta con su torre infiel, y la popularidad de su alcalde no para de crecer. Por haber, hay ya hasta excursiones de recién casados para tomarse fotos frente al monumento. De igual manera, y por si todo esto fuera poco, en Estados Unidos el presidente electo es Donaldo Trump, un misógino y racista que prometió instalar otra “Torre Infiel” pero de odio y misoginia frente a la Casa Blanca.

“ÖALMA OTRA VEZ, ¿Y ENTONCES?”. Por el buen resultado electoral que sus “absurdidades” provocan, Donaldo Trump y Francisco de Bayona están llevando al mundo político occidental -y en especial al dominicano- a una revisión total de todo este sistema político llamado “democracia representativa” que nos gastamos. Un sistema político solo puede tener la calidad, la ética y la transparencia que exijan y practiquen sus ciudadanos. ¡Algo está pasando! Algo nos están enseñando estos señores: Uno de ellos, Trump, irrespeta damas, elude impuestos, ofende naciones y religiones como si “obrara” a campo abierto; mientras el otro, don Frank, compra réplicas en oferta como si comprara perfumes para su dama donde mi panal Gustavo en VillaCom. Ambos señores son abiertos, francos y sinceros hasta el descaroÖ. y también exitosos, muy exitosos, voto a voto exitosos.

PARA PREOCUPARSE Con su torre infiel a escasos metros de la humillada y poco valorada Bandera Nacional y su plaza, don Francisco acaba de dar un salto hacia adelante en la preferencia de los electores, aunque las redes lo “memen” y se burlen, como nos ocurrió a todos con Donaldo Trump hace un año. Y ahí están los resultados. Hoy, don Francisco Peña es más popular que hace una semana y menos que el mes que viene. Yo, que Danilo, Hipólito, Margarita, Abinader o Leonel, me preocuparía.