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ORLANDO DICE...

Emerge la política

AL PRIMER PLANO.- La movida de los reformistas, pues por ahora no puede llamarse de otro modo, tiene entre sus efectos inmediatos que pone la política en primer plano. Lo electoral no puede durar toda la vida, y no importa cuánto se visite, o demande, o reclame, que de ese árbol ni sombra, ni flor ni fruto. Además, en el 2020 deberá elegirse otro gobierno, y justo por tanto empezar desde ahora a preparar las condiciones, pues solo así podría beberse agua limpia. La que pierde hasta ahora, proceso tras proceso, es la oposición, y el oficialismo a la vista se consolida, y al sentirse libre, vuela a sus anchas. Los partidos y los aspirantes acostumbraban a luchar afuera, sin considerar situaciones internas. Ahora al parecer sucederá lo contrario. Entre reformistas no solo hay dos grupos que contienden por el control de la organización, sino dos candidaturas que se excluyen mutuamente. Quique Antún e Ito Bisonó. Podrán acusarse de todo lo malo y descalificarse en todo lo bueno, pero la lucha verdadera es por la boleta del PRSC. En el 2020 habrá elecciones en todos los niveles en el mismo año, pero serán separadas. Una en febrero y otra en mayo…

CADA CUAL EN APRESTOS.- La política vuelve al primer plano, pues en otros partidos no se adelanta la confrontación como en el PRSC, pero sí se hacen aprestos de reestructuración como en el PRM. No se dice mucho, y esa posiblemente sea la idea, pero sin decirlo se hace evidente que los dirigentes de Moderno no van a pasarse la vida visitando, demandando y reclamando en la Junta Central Electoral. Que el partido debe moverse de conjunto, del mismo modo que se movilizan y participan del debate público sus llamados líderes: Hipólito Mejía, Luis Abinader y David Collado. Cada cual a su manera, pero efectiva. Mejía aclaró y reiteró, y no hay que dudar que su actividad política será así, desde ahora hasta el momento decisivo. Esto es, haciendo sus lanzamientos, algunos incómodos y difíciles de batear para propios y extraños, pero sobre todo cuidando de que no le vean el agarre y adivinen el movimiento de la pelota. Cuando le convenga acercarse al partido, se acercará, y cuando le convenga alejarse, pondrá distancia…

EL OTRO POLO.- Luis Abinader será por el momento, y lo dije en una entrega anterior, más discursivo, y de ser posible académico, con tan buena suerte que ya esta semana el ministro Administrativo respondió sus inquietudes sobre el endeudamiento. No sé si volverá sobre el tema, pero hizo su propio espacio, y por lo menos en endeudamiento es contraparte del gobierno. Y siguiendo esa dinámica de contraparte ¿quién duda que pueda convertirse en el polo opuesto? La coyuntura necesita de una oposición que haga su trabajo, y la necesita porque ninguna democracia es verdadera si no existe contradicción entre diferentes fuerzas políticas. Gobierno y oposición, por ejemplo. Que tuvo que salir antes de tiempo, que lo que estuvo preparando para enero debió mostrar parte en noviembre y diciembre, pues nada: Gajes del oficio. En política no se dan los espacios vacíos, y como dice el refrán, camarón que se duerme se lo lleva la corriente. Si Mejía se mueve, él tiene que hacer otro tanto, y mucho más si se aplica con inteligencia. Ni comparte con Mejía, pero tampoco departe con el Gobierno…

EN LAS REDES Y MÁS.- David Collado no tiene la dificultad que Hipólito Mejía y Luis Abinader, quienes habiendo sido candidatos, no pueden ser otra cosa que candidatos. Collado, por su parte, con la alcaldía de la capital llena su cometido, pues por ahora bastión, pero más adelante plataforma, o de lanzamiento o de operación. Y con suerte. Apagó los bombillitos de Roberto Salcedo y pintó los cementerios, y con solo dos acciones llenó su hoja de deberes de los primeros cien días de su administración. Además, como escoba nueva barre bueno, limpia a conciencia y con efectividad, y todo se le toma a gracia. Y si mantiene su gestión en la calle, la campaña se hace sola. Aunque lo suyo no se queda ahí. En las redes nadie rinde más que él, y no se promueve como alcalde, sino como presidente. No se ocupa de los problemas de la ciudad y su entorno, sino del país. Sus críticas dan al centro, y en ese campo no tiene disputa. Incluso se da el lujo de provocar encuestas de interés propio, como una en la que se pregunta quién mejor para candidato del PRM entre Mejía, Abinader y él (Collado)…

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