Santo Domingo 21°C/21°C clear sky

Suscribete

ORLANDO DICE

El lío en el PRSC

NADA DE MALO.- No tiene nada de malo que una parte de los reformistas sea seguidora de Quique Antún y Rogelio Genao, presidente y secretario general, respectivamente.

Tampoco que otra parte se acoja a las orientaciones de José Hazim e Ito Bisonó, dos dirigentes con rangos, pues Hazim es senador e Ito diputado. Lo malo es que el PRSC no tenga instancias en que las diferencias puedan resolverse sin llegar a la fragmentación. Lo de ahora es lo mismo de siempre: tomar el partido para sí y en detrimento del contrario, considerando que el consenso es una palabra hueca y que nunca remedia nada. La oposición interna no se convoca con notas de prensa, ni con espacios pagados, pero sí con el efectivo boca a boca. Ayer domingo estaban supuestos a reunirse en un hotel de la capital, y el encuentro se decía por lo bajo era para explorar salidas al nuevo affaire. Aunque por otro lado se hablaba de asamblea y de derrocar a las autoridades legales y legítimas de la organización del gallo colorao. Sin embargo, el movimiento apuntaba con tanta fuerza el sábado que Antún y Genao se vieron obligados a publicar un comunicado advirtiendo situaciones…

OTRAS ESPECIES.- El sábado, y mucho antes que se supiera del comunicado de Antún y Genao, corrió la especie de una asamblea convocada de urgencia para resolver cómo se viene resolviendo de un tiempo acá: echar fuera a los cabecillas de la nueva insurgencia antes que estos hicieran lo propio. La legalidad da para mucho, pero nunca para tanto. Hubo que guardarse la pelota y no pivotear para primera, haciendo un doble play que de seguro sería llevado a revisión ante la inconsistencia de los árbitros. La prudencia debiera ser el primero de los recursos, pero no, se deja de último. Aunque siendo último, llena su cometido.

Antún tuvo problemas de espalda, y ahora de vesícula, pero desde la cama dirige por señas, como si estuviera en la gallera e hiciera apuestas desde lejos. Tuvo suficiente inteligencia emocional para decidir una línea de observación, de cálculo, y de actuar sobre hechos acontecidos y concretos, y no meras suposiciones. A la hora que escribo, domingo temprano en la mañana, no tengo información de lo sucedido en la “asamblea” de La Contra, pero sea lo que fuere, y de ser aplicable, será materia del Tribunal Superior Electoral…

EL SUPERIOR SUPERIOR.- Aunque desde ya intriga saber si ese Tribunal Superior Electoral sería el actual, el de Mariano Rodríguez, o el nuevo, el que deberá escogerse pronto.

Como que nadie está en eso, pero la experiencia es que el TSE sigue al JCE, y al tenerse Junta Central Electoral, la conformación del Tribunal Superior Electoral sería de plazo casi fatal. Igual inquieta el ánimo del órgano, si otro TSE sería más favorable que este, dando lugar a un albur sospechoso o a situaciones sin control. Tal vez no se advierta, pero no es lo mismo escoger un TSE como alta corte, sin expectativa inmediata, que hacerlo conociendo por anticipado su agenda.

Por ejemplo, resolver el diferendo entre reformistas. El PRSC se mantuvo al margen de la selección de la Junta Central Electoral, y de seguro seguirá firme en su posición de no involucrarse, de manera que todas las hachas podrían ser afiladas para su garganta, pues quien no tenga doliente no puede esperar que lo lloren en el velatorio…

GOBIERNO MEDIANTE.- Los riesgos no solo serán evidentes, sino conscientes, pues en el comunicado de la dirección reformista se hablaba de la participación de funcionarios del gobierno en la conjura. El aderezo que no puede faltar en la mesa o sin el cual la ensalada no tiene sabor ni interesa. De ser así, Quique Antún y Rogelio Genao no se estarían enfrentando a José Hazim e Ito Bisonó, sino al Gobierno. El Gobierno que tiene recursos económicos ahora, y al que se acusa de financiar la actividad, y el que Gobierno tendrá recursos de justicia si este affaire fuera llevado al Tribunal Superior Electoral. El de ahora que querría ganar méritos para que lo confirmen, o el que se establezca, que deberá pagar la deuda de su elección. Las pasadas elecciones dejaron claro que el PLD creció tanto o Danilo Medina tiene tanto ascendiente en el electorado que no necesitaron de los reformistas que dominan la franquicia. Por tanto, quitar el partido a Antún y a Genao para dárselo a Hazim y a Bisonó, no parece una tarea de importancia estratégica ni apremiante para el oficialismo. El jefe de Estado tiene muchas cosas de qué ocuparse, y los reformistas no serían de sus prioridades…

Tags relacionados