¡El ojo a David…!
David Collado –un joven discreto y sencillo que irrumpió en la política hace apenas unos años– saltó al protagonismo electoral en la pasada campaña y en apenas unas cuantas semanas dio la gran sorpresa al derrotar a Roberto Salcedo que buscaba reelegirse después de 14 años como alcalde del Distrito Nacional.
Es evidente que David se benefi ció del cansancio de esa larga gestión de Roberto a pesar de que el entonces alcalde encabezaba todas las encuestas de posicionamiento electoral y de que era postulado por el PLD que, además, llevaba al presidente Danilo Medina como candidato a la reelección presidencial con elevadísima popularidad.
Dejar el análisis en la simplicidad del fenómeno electoral en que se constituyó David sería injusto para un joven político que ha demostrado excelentes condiciones y que llevó una campaña positiva para encandilar al electorado, fundamentalmente a la juventud, a las mujeres y a las clases medias.
Su gestión acaba de cumplir 100 días y por tradición es el período de pasar raya para el balance inicial… Y con luces y sombras, ese balance es positivo: se ha mostrado cercano a la gente -con lo que se separó inmediatamente de una de las características negativas de Salcedo-, pero, además, no luce altanero ni prepotente, que son características tradicionales de los jóvenes que se encumbran en el poder; no aplica fórmulas de retaliación para ocultar debilidades… … Se deja ver en los barrios y en las calles; habla con la gente y constata en primera persona las necesidades y prioridades de sus habitantes; agarra la pala y el pico; se trepa en los camiones, camina, brinca charcos por los mercados. Parecería que hace acopio del estilo de Danilo.
Pero David no sólo se queda en gestos.
También, desde el Ayuntamiento del Distrito Nacional, viene tomando medidas importantes y trascendentes en procura de resolver problemas que por años ha demandado la gente.
Prometió disponer la recogida de la basura en las noches, y lo está cumpliendo, aunque inicialmente en una parte de la circunscripción uno; el éxito de este programa y la buena acogida que ha tenido en la población, indican que en los próximos meses será extendido a todo el perímetro de Santo Domingo.
Otra de las áreas donde se aprecia el trabajo del alcalde es en la recuperación de los parques y los espacios públicos. El parque de La Ciénaga, el de Las Praderas, el Mirador Sur, la Avenida de la Salud… todos han sido intervenidos y remozados.
Algunas de las acciones más aplaudidas en estos primeros cien días han estado vinculadas a la recuperación de las aceras con la ampliación de la normativa a constructoras y negocios callejeros que lanzan escombros en los pasos peatonales o los usan como escaparates para exhibir mercancías.
Se han recuperado mercados como el de Honduras y el de Los Guandules y los cementerios de la Máximo Gómez y en menor medida el Cristo Redentor. También se han tomado medidas poco simpáticas, como la suspensión de los conciertos en el Anfi teatro Nurín Sanlley y la eliminación de Brillante Navidad, pero fueron compromisos de campaña que David no pudo eludir. Aunque, hay que admitirlo, lo hizo con altura, sin atropellos y respetando derechos adquiridos.
Su proverbial decencia y caballerosidad le impiden mirar el pasado para desmeritar la anterior gestión, y mucho menos montarse en la caravana opositora para patalear el resultado electoral de su partido en el tramo presidencial.
David visitó al presidente Danilo Medina para coordinar su gestión de la capital; sabe que sin la mano del Gobierno ningún alcalde puede hacer un trabajo que trascienda… Y si no se tuerce, todo indica que tendrá un extraordinario desempeño… De ser así, su fi gura alcanzará otra dimensión.
Y con una oposición díscola, insípida y carente de liderazgo… ¿quién impide que en el 2020 este joven que conecta tan bien con el segmento de la sociedad llamado a decidir futuros escenarios electorales, se anime a emprender un proyecto político de mayor envergadura?