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PUNTO DE MIRA

Quique en la picota del PRSC

La derrota del PRSC en las pasadas elecciones no lo fue para el grupo que controla el partido. El grupo de Quique Antún hizo un acuerdo realista. Sacaban más ventaja con un PRM desvalido. Esos reformistas usaron en su provecho la oportunidad y dejaron que los moralistas se quedaran con su Gobierno.

Los reformistas son bisagras consagradas del partidismo criollo. Puertas batientes de las negociaciones en las que media hoja va hacia un lado y otra en sentido contrario: los que siguieron la égida de Carlos Morales fueron asumidos por Danilo Medina. La otra parte negoció con Luis Abinader.

La entente que formó Morales Troncoso, el Gabinete Presidencial, fue asumida por el PRSC cuando se unificaron y por eso ahora unos son tuercas y tornillos del gobierno peledeísta, mientras la otra parte recibe los fondos del cinco por ciento como partido mayoritario. En torno al pequeño PRSC dos abanderados de Joaquín Balaguer, que se ungen con su pasado para unirse a gobiernos, muestran sus innegables habilidades de pesca. Las convulsiones retornan al partido balaguerista. Unos contradicen y piden la cabeza de Antún. Volverán las apelaciones y acusaciones. Se alegará los derechos y defensa de los genuinos intereses del partido. Otros serán Caballos de Troya. El dime y diré habitual entre los políticos. Este es el rasgo moderno de la política nacional. Los miembros de un partido, sobre todo de la oposición, se pasan el tiempo confrontándose. Se disputan el partido como buitres la carroña. No miran más que sus pequeños intereses y dejan de lado sus aportes a sus electores. Se desviven por la ocupación de cargos. Sean internos o externos. Primero la toma del partido para usarlo como catapulta. En ese ir y venir el PRSC se ha enanizado. Sus dirigentes envejecen y la estructura se atomiza. No tienen un discurso que encante. Los logros de Balaguer son estandarte desleído. La marca PRSC no ha sido cuidada. Es un producto muerto pero lleno de vida que está en los anaqueles de la política yendo a la deriva del hacer. Lo cambian de sitio para que parezca nuevo, pero no encanta. Los que buscan mayores favores gubernamentales quieren desplazar a Quique y su corte, pero éste ha visto demasiados enfrentamientos para que lo tomen al descubierto. Es político de mucho oficio. Algún truco saca del sombrero Quique Antún.

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