La Comisión de la Mentira

Arrecia en los funcionarios gubernamentales de nuestra corrupcracia, su viejo deleite de adquirir, a costillas del contribuyente, vehículos de distintos formatos y marcas.

La costumbre despegó en una gestión del PRD llamada “yipetocracia” por su debilidad con las “todoterreno”. Pasando por la “volvocracia”, la rumba abierta para baile se desbordó a naves de todas las marcas y alto cilindraje, en ministros, viceministros, directores y encargados de asuntos sin importancia.

La población testimonia “Rolls-Royce”, “Lamborghini”, “Maserati”, y otras marcas, siempre con legisladores de “mi congreso” y ministros de “mi gobierno”.

Esta ostentación incluye trullas de la versión presente de la “yipetocracia” por distintas avenidas, a velocidad 9/11, llevándose al mundo por delante.

En esos gastos de altas cifras participan hasta maco y cacata.

El panorama ha involucionado tanto que se ha propuesto integrar urgentemente la Comisión de la Mentira, debido al colapso de la verdad. Asistentes a tertulias semanales, incluidas dominicales, alegan escuchar tantas mentiras que ya no creen ni en la verdad.

Califican como “crónica de una mojiganga anunciada” articular una “comisión de la verdad”, que será para “perder tiempo” y soplar falsas expectativas.

Situaciones alarmantes reveladoras de falsas “verdades” montadas por el oficialismo, son, por ejemplo: la reducción de la pobreza, la creación de 400,000 nuevos empleos y la reducción a cerca del cero del trabajo infantil.

Respecto a este último flagelo, lea lo publicado por El Nacional en su reciente edición dominical, en que se reporta “la enorme cantidad de niños que trabajan en todo tipo de negocios y quehaceres del hogar sin importar la hora, y si la labor que realizan es apta o no para su edad”.

El reportaje agrega lo siguiente: “El Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, aunque carecen de plantaciones y tierra donde se trabaje la agricultura, se han convertido posiblemente en las áreas de la República Dominicana en donde más niños trabajan en busca de ganar algo de dinero para el sustento diario sin que al parecer las autoridades puedan frenar este mal”. Continuaremos con la Comisión de la Mentira después de la pausa.