“¿Eso no e’ ná… y mi hija preñá?”

La publicación esta semana de las demoradas informaciones del “escándalo Tucano” provocó el estallido de groseras burlas y mentiras mayúsculas de parte de funcionarios y legisladores oficialistas.

Mientras el país aparece en el liderato internacional de la corrupción, funcionarios palaciegos tienen el tupé de calificar al gobierno como impecable y transparente. Mismo, mientras los despachos de prensa citan que una empresa de Brasil admitió haber sobornado funcionarios dominicanos por la compra de aviones Tucano, aprobada por el Senado de la República, aquí congelan las informaciones pretextándose su investigación.

En el Senado el reperpero ha sido de “apaga y vámonos”. Con aire teatral, lo menos que quiso responder uno de los senadores fue: “Yo no sé nada, si algo pasó, yo no estaba aquí”.

Hay que ver su cara en la misión imposible de bajar a cero la grave decisión aprobada por el mismo Senado: comprar los aviones con un ‘peaje’ de ‘tigueraje’ a la Embraer brasileña, conocido en la bolita del mundo.

El expresidente Leonel Fernández aparece posando sonriente en un SuperTucano en periódicos fechados los días en que llegaron los aviones.

Ciertos senadores al referirse a la compra de los aviones coincidieron en afirmar que “eso no e’ ná”. La reacción de un televidente fue preguntarse: “¿Eso no es ná, y mi hija preñá?”

Dichas entrevistas televisivas eran proyectadas en una pantalla gigante de un colmadón de un sector capitalino la noche del pasado miércoles .

Al costo de una escalofriante inversión millonaria de recursos públicos, esos senadores protagonizaron la reelección mediante una gama de acciones venales o de típico transfuguismo en su propio partido y garantizaron públicamente mantener en sus funciones al presidente de la JCE a cambio de “decidir” el “triunfo” electoral del PLD.

El escándalo Tucano se pretendió silenciar o sacar del tapete público con sucesivas tácticas y trucos de distracción. Pero las revelaciones del confirmado soborno multimillonario precipitaron autodefensas imposible de ocultar.

Al reverdecer contradicciones grupales en el PLD, se comenta que el fondo del “expediente Tucano” podría ser conocido por los tribunales en “la semana de los tres jueves”.