Sintonía perfecta

No pudo el canciller dominicano, Miguel Vargas, describir con mayor acierto el momento actual de las relaciones internacionales, en referencia a las paradojas que ha aportado la globalización: cada país, no importa cuán pequeño, cuenta...

... Pero, paralelamente, los bloques regionales han cobrado una relevancia inimaginable años atrás.

La importancia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) radica en la fuerza de la región como grupo organizado con voz propia en el concierto de naciones, pero también como foro intrarregional donde se discuten políticas, se intercambian experiencias y se alienta la integración.

La diversidad caracteriza América Latina y el Caribe. Sin embargo, en vez de dividir es uno de los factores de fortaleza que otorga a la CELAC características particulares.

Bajo la presidencia pro témpore de la República Dominicana, acaba de tener un hecho notable, y ha sido la apertura de un diálogo fluido con la Unión Europea, en su conjunto la mayor economía mundial.

Y sí importa la economía pese a los altibajos que se viven en el Viejo Continente, pero hay otras razones que dan significación a este encuentro. La UE reconoce en la CELAC un interlocutor válido y, de paso, coloca la conversación birregional en un nivel muy alto.

Reunión Celac-UE Los cancilleres de América Latina y la Unión Europea jamás se habían reunido para discutir temas comunes, y replantearse una política a caballo en dos continentes que fundamente la relación que empezó con el encuentro de civilizaciones en 1492, hace más de cinco centurias. Curiosamente, fue nuestro país el punto de partida para la aventura americana. Nos tocó servir de anfitrión al encuentro en que participaron 29 ministros de relaciones exteriores y delegaciones de 51 países de los dos continentes. Se desarrolló en el Centro de Convenciones de la Cancillería dominicana, y fue inaugurado con un discurso por el Presidente Danilo Medina, el martes en horas de la tarde.

Participaron también la alta comisionada de la Unión Europea, Federica Mogherini; la secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, y el ex presidente dominicano Leonel Fernández en su condición de presidente de la Fundación Eulac. El evento internacional concluyó ayer con la “Declaración de Santo Domingo”.

... Diplomacia de la RD La diplomacia dominicana ha alcanzado un grado más que aceptable de madurez, evidenciado en las negociaciones que precedieron a la reunión. Tiene capacidad de convocatoria, inspira respeto y sus aportes responden a un interés genuino por el avance de la región.

Otra de las paradojas de la globalización conduce a la complejidad de problemas que son comunes. La migración, uno de ellos, ha sido abordado con éxito por el país en base a políticas claras, respetuosas de los derechos humanos y

correctivas de la vulnerabilidad en que se encontraban sectores poblacionales.

Otro serio problema, resaltado por el presidente Medina, remite al cambio climático y al riesgo que representa para países como la República Dominicana y Haití, pero también para otras naciones insulares del Pacífico y el Caribe.

Problemas comunes necesitan de soluciones comunes, y he ahí un plus adicional en este nuevo capítulo CELAC-UE, en el que el comercio, disminución de las asimetrías en el intercambio y una cooperación más a tono con nuestros tiempos surgen como tópicos de entendimiento. CELAC llegó para quedarse, y esta reunión de Santo Domingo ha sido savia vital.

Fuera de las cumbres presidenciales celebradas en el país en los últimos años, probablemente ningún otro evento internacional haya tenido la repercusión de esta reunión de cancilleres que se efectuó en el marco de nuestra presidencia pro témpore que concluye en el próximo mes de enero.