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DE VARIADOS TEMAS

¿Militares de Obras Públicas?

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En las fotos que vi publicadas, referentes de la presencia militar dominicana en Haití, acompañando al convoy ordenado por el Presidente, en lado alguno encontré identificación del Ejército Dominicano. Lo que se percibía era el logo del Ministerio de Obras Públicas, impreso en lo que parecía un chaleco antibalas. Es cierto que ese convoy necesitaba protección, porque de lo contrario se corría el riesgo del asalto y reparto indiscriminado, como ocurrió con aportes de otros países. Pero también es cierto que, ante todo, lo que se debía solicitar era protección militar al gobierno haitiano para el mismo. Y si ellos no podían darla, dadas las circunstancias, entonces había que procurar, vía Cancillería, la aprobación del Parlamento Haitiano, único que puede autorizar la presencia de soldados extranjeros en su territorio. La autorización del Presidente de Haití no es suficiente para enviar un contingente armado de una unidad identificada con el logo del Ministerio de Obras Públicas, que, si acaso fuere organismo militar independiente, sería ilegal, porque riñe con la Constitución que ordena a todo cuerpo especializado integrado por militares y policías, estar bajo la subordinación del ministerio de competencia.

Invito a que nos pongamos en los pantalones de los legisladores que protestaron por la presencia de estos militares en Haití y nos preguntemos si nosotros no hubiésemos hecho lo mismo ante igual circunstancia. En ambos lados de la isla hay una alta sensibilidad histórica. Recordemos aquella vez cuando, para comprar, varios policías haitianos cruzaron uniformados y armados por Dajabón, y se armó un escándalo aquí.

La presencia militar de extranjeros armados en cualquier territorio, siempre despierta sentimientos nacionalistas. Algo falló ahí, independientemente de que los intereses de la élite haitiana primaron en la reacción de Senadores que responden a esos mismos intereses, igual que aquí tenemos congresistas financiados por la élite económica.

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