Carta a la generala

Señor Director:

Recibimos otro aniversario más de tu cumpleaños, nos has hecho el mejor regalo que se puede hacer a un hijo, enseñarnos a ser un hombre de bien social, trabajar en beneficio de todos, darles ayuda a los necesitados y ser consecuente con el que coopera contigo.

Tu legado ha roto las barreras internacionales. Cito varios ejemplos: Torneo El Tiburón, el evento turístico-deportivo más grande celebrado en el país, de cobertura mundial, donde vinieron 5 delegaciones de Europa y 12 de América, 23 del país me entregaron 4 reconocimientos simultáneos en una sola noche, el domingo 6 de febrero de 1977.

Para el último reconocimiento, senadores, diputados y síndicos del Distrito Nacional me esperaron hasta las 12:00 de la noche.

Crucé la bahía de Samaná a nado, el muelle se hundió con los miles de espectadores que fueron a ver el evento. Hoy recibo otro gran regalo por parte del dueño de la marca de ron para la cual trabajo, cuya dedicatoria dice así, “A mi querido Newton, amigo, colaborador y sobre todo un gran profesional y mejor persona, con todo mi afecto y admiración”.

Para mí es un gran regalo, es mejor que recibir millones de pesos, me siento muy agradecido con la institución donde laboro.

Gracias a mis padres por la crianza que me dieron, y un gran consejo a los hijos: Que se lleven de sus padres. Yo soy un ejemplo de la obediencia, porque hasta ahora todo me ha salido bien.

Atentamente,

Newton Rodríguez Ortega