Santo Domingo 30°C/30°C few clouds

Suscribete

El cólera en aumento

De 15 “enfermedades y eventos” que concitan la vigilancia especial (obligatoria) del sistema epidemiológico nacional, cuatro encabezan la lista que semanalmente confecciona y distribuye la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública en tanto siete registran incidencia.

Al cólera, dengue, malaria y leptospirosis se unen el tétanos, muertes maternas (MM) y muertes infantiles (MI). En cuya evolución de las semanas 1 a 40 de 2015 y 2016 se aprecian éxitos y riesgos crecientes.

Por indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de su oficina regional para las Américas, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), estas patologías reciben un seguimiento cerrado y, dado su carácter o tendencia epidémica e incidencia en los indicadores que definen la salubridad de los sistemas nacionales, concitan una atención destacada.

Estas afecciones surgen, incuban y se expanden estimuladas por etiologías que apuntan a los entornos socioeconómicos marginales del subdesarrollo: la pobreza. También a otros: atmosféricos, migraciones animales y humanas, intercambios de bienes y servicios.

Actualmente, y además de las sometidas a vigilancia y reporte obligatorios, OMS/OPS desean inspirar para que los sistemas de salud redoblen esfuerzos en el control y erradicación de otro grupo de enfermedades taxonómicamente agrupadas como “Enfermedades desatendidas”.

En su mayoría comparten etiología con las anteriores: causales económico-sociales como la pobreza y la marginalidad respecto a infraestructuras urbanas, servicios sanitarios e ingreso. Su combate implicará la ampliación del radio de atención y acción del escudo epidemiológico.

Tal coyuntura encuentra a la República Dominicana enfrentando una portentosa amenaza (Haití) al proceso estabilizador de la calidad de los servicios de salud impulsados para controlar la incidencia de esas patologías que durante el 2015 registraron incremento.

Entre ellas, el dengue: su incidencia cayó al lograr revertirse su curva epidémica.

Significa que: a) fueron exitosas las jornadas de prevención y erradicación del vector y b) la gente desarrolló inmunidad ante esta enfermedad que ha pasado a ser endémica entre nosotros.

El desplome de la incidencia del dengue se aprecia en el Boletín Epidemiológico #40 de Salud Pública, correspondiente a la semana del 2 a 10 de octubre del 2016.

El boletín establece un descenso de los casos de dengue igual al 28.14% respecto a igual lapso del 2015. Más significativo aún: que en las semanas 37 a 40, su ***************** (mortalidad? incidencia?) cayó casi totalmente: en 93.55%. En iguales semanas del 2015 y 2016 se registraron 2696 y 174 casos, respectivamente.

Algo similar continúa ocurriendo con las muertes materna (MM) e infantil (MI) cuya tendencia a estabilizarse a la baja hemos consignado anteriormente y esperamos se logre.

En el período referido (semanas 1-40), la MM cayó 23.24%: de 142 en el año 2015 a 109 en el 2016. La MI, por su parte, redujo 25.02%: de 2550 a 1912 del 2015 y 2016, respectivamente.

Se debe resaltar que en las últimas cuatro semanas (37-40) de este período la MM y la MI cayeron en niveles importantes, respecto a igual período del 2015: en 76% y 36.36%, respectivamente.

La tendencia global de las tasas de MI MM es hacia la baja, según OMS/OPS. Hecho que debe provocar la competencia de los actores de nuestro sistema de salud para que, en consecuencia, se comprometan a mejorar estos indicadores. Históricamente el país ha mantenido altas tasas de MM, en comparación con la región. Según el Banco Mundial (BM), en el 2015 todavía fue 92 por cada cien mil nacidos vivos, 76.92% por encima de la media regional, establecida en 52%.

La tasa de MI, por su parte, superó la regional en 72.22% al ser 35 por cada mil nacidos vivos, contra 18 que, según Unicef, es el promedio para América Latina y El Caribe.

Las tasas de MM y MI son indicadores sensibles. OMS afirma que anualmente en el mundo “303,000 mujeres mueren durante el embarazo o el parto”, que “2,7 millones de recién nacidos mueren durante sus primeros 28 días de vida y 2,6 millones de niños nacen muertos”.

Tétanos, malaria, leptospirosis y cólera registraron saldos crecientes en este período de baja importante del dengue, induciendo el aumento de muertes producidas por su causa.

En medio de la gran amenaza (Haití), se impone reducir su incidencia junto a la del grupo de “Enfermedades desatendidas” (oncocercosis, filariasis linfática (elefantiasis), enfermedad de Chaga, malaria ópaludismoó y tracoma, entre otras), cuya presencia en el país estos organismos consignan.

Recordemos que en el 2014 y 2015, por dos años consecutivos, el país fue declarado Campeón en la lucha contra la malaria (paludismo) por la OMS/OPS.

Ese logro debe mantenerse y ampliarse a otras enfermedades.

Porque el gran reto del sistema de salud dominicano sigue siendo la mejora continua de los indicadores de salud, especialmente de aquellos que amenazan la seguridad del escudo epidemiológico.

Tags relacionados