Buena señal educativa

Con algo más de un mes en el cargo, el ministro de Educación emite señales muy adecuadas en cuanto a la visión y el desempeño de sus responsabilidades. Arquitecto y planificador, Andrés Navarro hace honor a su profesión y ha implementado una política de acercamiento con todos los sectores del sistema educativo, así como con sus respectivos actores.

A solo horas de su juramentación el excanciller giró una visita a la Asociación Dominicana de Profesores, llevando no solo la presencia histórica de un ministro hasta la sede gremial, sino también un mensaje de armonía y de colaboración a una entidad con la que si no hay buenas relaciones tampoco puede haber buenos resultados.

Pero además, Navarro no ha economizado esfuerzos para hacer un levantamiento personalizado de la realidad del sistema y en adición a la burocracia administrativa y al día a día del despacho; ya ha efectuado por lo menos tres encuentros regionales y varias visitas a diversos planteles donde escucha, conforma equipos y toma medidas correspondientes. Reuniones sin límite de tiempo, algunas hasta de cuatro horas ininterrumpidas, en las cuales no todo lo que se escucha resulta agradable, pero donde el ministro, consciente de que es la única manera de poder tomar el pulso a lo que realmente acontece, oye a todo el que tiene algo que decir.

Ver a un incumbente visitando (y en ropa de uniforme escolar) los diferentes liceos, escuelas y politécnicos para conocer de vida voz las fortalezas y las debilidades del desayuno escolar, la tanda extendida, la seguridad y la infraestructura, entre otros aspectos, o reuniéndose con el presidente de la Junta Central Electoral para avanzar en el proyecto de carnetización de cada estudiante, muestra a un funcionario comprometido. La Educación preuniversitaria es una herramienta llamada a ser la zapata del desarrollo y el país, que se empoderó al reclamar para la misma el 4% del Producto Interno Bruto, merece que más allá de la importante pero insuficiente inversión en infraestructura, esos recursos sean adecuadamente administrados y potenciados. Algo para lo cual se necesita gestión, transparencia, métodos, organización, creatividad y sentido común, que es lo mismo que decir, un buen gerente.