Vivo para algo

Esta expresión se dice con frecuencia, la recogen los dominicanos en sus labios cuando alguien sale bien de un accidente terrible, la gente dice de ese accidente ¿Saliste de esa enfermedad tan grave? “Tú vives para algo”.

Ese “vivir para algo” nos está recordando a nosotros que la vida, toda vida es una misión, es una tarea, que el escaparse de la muerte no es simplemente para decir, viví, sigo vivo. Vives para algo, vives para una razón, y hay que preguntarse ¿Para qué vivo?

Aquellas personas que no tienen en el horizonte de su existencia una misión si no ven su profesión como algo útil, necesario, que aporta a la humanidad, van a sentir algún vacío en su vida; aquellas personas que viven de cualquier manera, tienen que decirse o preguntarse ¿Para qué estoy en la tierra? ¿Para qué vivo?

Se vive para algo, y no importan las edades. Los niños viven para dar alegría, para recuperar la vida; los jóvenes para continuar lo que es la creación en la historia; los adultos, con su responsabilidad, viven como adultos; los ancianos viven para comunicar su sabiduría y su experiencia, en todas las edades de la vida hay algo qué aportar.

Hay de aquel que ya se tira al suelo, que se sienta en una mecedora y dice, “ya me senté”.

Se vive para algo, no importa la edad, no importa la condición económica, no importa la situación social, no importa la profesión que se tiene, hay que decirse: “¿Para qué es esto? ¿Para qué vivo? ¿Cuáles son mis razones de vivir?

Si estás vivo, vives para algo, si saliste de un accidente, para algo estás vivo, si saliste de una enfermedad, para algo estás vivo.

Tú y yo hemos nacido para algo, vivimos para algo.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.