Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

FUNDACIÓN SALESIANA DON BOSCO

Nuevo paradigma empresarial

Avatar del Listín Diario
Juan Linares, SdbSanto Domingo

Los movimientos sociales son de suma importancia y de una gran influencia en la construcción de un nuevo paradigma de sociedad.

Es urgente construir una nueva sociedad donde la paz, el desarrollo y el intercambio de culturas creen la Gran Familia Humana.

El mundo empresarial puede jugar un papel y un protagonismo de primera. Para ello es necesario concebir un nuevo concepto empresarial.

Para contribuir a una sociedad de bien para todos, el mundo empresarial tiene una posibilidad que le es específica, puede construir en la familia humana la “Globalización de la Solidaridad” mediante su Responsabilidad Social Empresarial. Esta cultura contendrá la suficiente fuerza para propagarse hasta quebrantar las estructuras de injusticia más inmóviles y crear el bienestar para todos.

Las estructuras que sostienen 1a injusticia deben cambiar a toda costa. No hay más que una sola familia humana. Ninguna persona, nadie está excluido. Nuestro reto es el bien de todos y el bien común.

A través de la “Globalización de la solidaridad”, el mundo empresarial será una semilla que engendrará un futuro diferente. Será portador de una esperanza que no tiene fin. Será promotor de la verdadera alegría, “La Alegría de Dar”.

Para ello la empresa ha de tener como primer objetivo “el bien común”, buscando la calidad de vida para toda la ciudadanía y siendo portadora de un desarrollo integral. Ha de identificarse con un modelo basado en una escala de valores promotora de personas naturalmente buenas, del bienestar para todos y de la globalización de la solidaridad.

El mundo empresarial ha de pasar de un compromiso de responsabilidad social a un compromiso de “responsabilidad total”, de una economía de intereses a una “economía de comunión”.

Nos dice Chiara Lubich, fundadora de la “Economía de Comunión”: “A diferencia de la economía consumista, basada en la cultura del tener, la Economía de Comunión es la economía del dar. Nos puede parecer difícil, arduo, heroico. Pero no es tal, porque el hombre, hecho a imagen de Dios, que es Amor, encuentra la propia realización precisamente en el amar, en el dar. Esta exigencia está en lo profundo de su ser, sea creyente o no creyente. Y precisamente en esta constatación, apoyada por nuestra experiencia, radica la esperanza de una difusión universal de la Economía de Comunión”.

Los puntos cardinales de esta economía son:

El fin de esta economía es lograr que en el mundo no haya pobres, como sucedía entre los primeros cristianos.

Para ello hay que crear la “cultura del dar” que significa amar a todos: a los necesitados, a los empleados, a la competencia, a los proveedores, a los clientes.

Lograremos esta cultura si nace el “hombre nuevo”, renovado por la Sabiduría del Evangelio.

Para ello es necesario crear las “Escuelas de formación” para los hombres y mujeres que quieren renovarse.

Aceptemos este reto.

Tags relacionados