Los Tucanos

Se ha versado mucho sobre el soborno de los Tucanos, sobre el monto de 3.5 millones de dólares del supuesto soborno y el total que fue adeudado por el país, 92 millones de dólares. Pero un primer punto en tomar en cuenta, es que los Súper Tucano tienen un precio promedio de 8.9 millones de dólares, según las diferentes compras de diferentes países de Latinoamérica. Sin contar que dichos precios, siempre llevan un sobreprecio no legítimo. Pero no tomando en cuenta la corrupción, si establecemos que 8.9 mm es el valor promedio, y lo multiplicamos por 8 aviones, nos da un total de 71.2 millones de dólares. Mi punto: la diferencia entre el precio pagado y el costo promedio de los aviones es de 20.8 MM de dólares. Por lo que el soborno para la aprobación pudo ser 3.5 millones de dólares inicialmente, pero hay por lo menos 20 millones de dólares que las personas no se han preocupado por preguntarse, ni el Estado dominicano por explicar, lo que nos lleva a la duda de si se están protegiendo mas personas, o no se quiere involucrar a todos, y funge más como una persecución política.

El problema con el general Pedro Rafael Peña Antonio es que de 2006 a 2008 fue jefe de la Fuerza Aérea, y de 2008-2010 fue Secretario de las FFAA Lo cual lo coloca en la posición perfecta para preparar y ejecutar el negocio de los Tucanos. Mas sin embargo, una operación de esta envergadura no puede concluirse sólo con el apoyo de un ministro y un senador, y sobre todo, no con unos sobornitos a toda una cámara con 3.5 MM de dólares.

La vía de ejecución para una operación así necesita de varias personas; una que tenga la confianza del Presidente, ésta sería la que se encarga de hacerle creer sobre la transparencia del proceso. Otra sería el funcionario a cargo en las FFAA, también 2 o 3 senadores, y alguien allegado a la presidencia de la cámara de diputados. De no tomarse en cuenta este engranaje, una rueda tan grande no es capaz de rodar.

Si sumamos los 20.8 millones de dólares de diferencia de precio regular, y los 3.5 millones de dólares, podemos estimar que este negocio, por lo menos, se engrasó con 24.3 millones de dólares, y jamás pudo haber rodado solo con un general, un senador, un coronel y un empresario. Esto es un absurdo político que levanta sospecha sobre el motivo de la persecución tardía.

El punto más extraño de la persecución, es que aparece justo 8 años después de que todos sabíamos lo que había pasado, y siguen siendo los mismos sospechosos. Debemos tomar en cuenta que las operaciones no fueron hechas en el 2008, fueron hechas mucho antes, y habría que chequear las prescripciones para los delitos imputados, un negocios así toma de 2 a 3 años, y hay que ver cuándo se cometió la última infracción.

“Cuatro características corresponden al juez: escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente.”. Sócrates