Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

FUERA DE CÁMARA

Luis y la familia

Luis Taveras fue un ser humano excepcional. A la familia que llegaba le enriquecía con sus sabios consejos, con su amor fraterno y con una entrega proverbial que solo él era capaz de irradiar.

A mi familia llegó como una bendición y por espacio de treinta años fue guía quien marco el rumbo de mi última camada de hijos en tiempos difíciles y de infinitos desafíos.

Al momento de su muerte quiero compartir estas palabras que pronunció mi hijo José Carlos ayer en su sepelio:

“Hasta donde tengo memoria siempre has estado ahí. Como Tío Luis fuiste una figura paterna y una fuente inacabable de sabiduría y consejos para unos jóvenes en pleno desarrollo.

“De mi padre y de mi madre fuiste uno de los pocos íntimos que participó en todas las actividades familiares, por lo que no recuerdo la primera fecha importante para mi vida o la de cualquier miembro de mi familia en la que no hayas estado junto con Tía Miriam.

“En lo personal Tío Luis fuiste mi mentor en los últimos cinco años de mi vida. Gracias a tu apoyo constante y tu guía termine mi carrera universitaria y en conjunto decidimos en que área sería mi maestría y donde la cursaría. Estuviste pendiente todo el tiempo mientras estuve en Madrid y al llegar me recibiste y celebramos otro logro académico en mi vida.

“Pero nuestra historia no acabó allí, luego fuiste con mi padre el soporte más importante en mi búsqueda de empleo y nuevamente entre ambos decidimos donde y en que área yo podría explotar al máximo mi potencialidad.

“En definitiva, tú fuiste para mi más que un Tío, un amigo o un mentor, fuiste un padre para mí y mis hermanos, y como tal te despido”.

....Y se hizo querer Luis fue un hombre excepcional, como ya dije. En mi larga vida no trate a nadie con esas condiciones tan especiales para hacerse querer. En nuestra intimidad familiar nunca le escuché proferir una sola frase para degradar a nadie, para subestimar, para reducir...

Sus amigos, que acumuló por montones, solo recibieron de él apoyo, solidaridad y cariño. Fuimos tantos quienes recibimos su amistad sincera que difícilmente exista espacio en esta isla para congregarnos.

El centro funerario donde ayer velamos su cadáver fue un solo lamento. La diversidad social allí reunida --desde encumbrados líderes políticos hasta personas sencillas de la sociedad dominicana--, son solo una muestra del lamento colectivo que ha causado la muerte de don Luis.

Vale esta aclaración Un diario cometió ayer la injusticia de atribuirle a Luis Taveras haber participado en una trapacería política contra Juan Bosch en un acontecimiento histórico donde gracias a él, precisamente, se evitó una tragedia nacional de proporciones inimaginables.

La memoria de un hombre de tan limpia trayectoria merece no solo ser protegida de semejante perversidad, si no preservada en su justo sitial de la historia. La verdad es, sin entrar en valoraciones superficiales, que Luis Taveras todas las veces que fue llamado a servir a su patria lo hizo con la grandeza, con la capacidad, y con el desinterés que solo figuras de su estatura podían ofrecer.

El menor desagravio que ese medio de comunicación pudiera ofrecer a don Luis, fuera pedir excusas con la humildad que él, don Luis, prodigo en su fructífera vida.

A la maledicencia, sin embargo, jamás le sobra espacio para hacer justicia.

Tags relacionados