Vistazo al 16

Se acorta la distancia y el 16 de agosto, día en que el presidente Danilo Medina inicia su segundo período de gobierno, está al doblar la esquina. Ahora, la expectativa y toda suerte de comentarios (hasta los más descabellados), giran en torno a los nombres de los eventuales integrantes del gabinete para el nuevo cuatrienio. Claro que, a esos niveles de la política -y conociendo el estilo hermético de Danilo y con el círculo cada vez más cerrado- , todo queda en el marco de las conjeturas o las simples suposiciones. ¿Ahora despacharía en tercera planta, al alcance de contadas caras? Aun a sabiendas de que el jefe de Palacio e influyente figura del PLD y del país habría de disponer de algunos cargos para aliados o compromisarios con su triunfo -lo que de por sí es un dilema, por las “muchas cabezas y pocos sombreros”-, una creencia bien acentuada es que el gobernante en principio pudiera inclinarse por una “rotación” de los integrantes del actual equipo. Especialmente porque en el mismo hay figuras que, por su ascendiente con el jefe de Estado, por su capacidad de trabajo y por los resultados demostrados en un primer tramo exitoso de gestión, permanecerían en la cercanía, como un Gustavo Montalvo, José Ramona Peralta, Gonzalo Castillo y Carlos Pared, por solo citar cuatro nombres de los “hombres del Presidente”. Para muchos -y Medina ha dado muestras de ser ducho y un gran estratega político- una “reingeniería” en el gabinete, que incluya algunas caras frescas, como la del joven colaborador Donald Guerrero, por ejemplo, proyecta la idea de un giro y evita que el gobierno pueda parecer viejo en poco tiempo. Medina -si piensa en la historia, y en superarse a sí mismo, en la obra material y en su contribución al fortalecimiento institucional- debe aprovechar el alto poder político-partidario del que goza en la actual coyuntura, para “jugársela” frente al poderoso CP del PLD, y sacar del ajetreo burocrático oficial a algunos “compañeros” que, aunque meritorios, lucen desde hace tiempo cuales “bueyes cansados “, ya no aptos para los “trotes” o la dinámica de trabajo que requerirá la agenda que el gobernante está llamado a implementar a partir del venidero 16 de agosto, en que se ha declarado “prioridad” para el sector salud. Aunque a algunos (que no son eternos) les pueda doler, pero la verdad es que hay casos que ameritan atención y revisión especial, si se quiere garantizar una saludable y exitosa administración. Y nadie como Danilo -y la coyuntura ahora a mano- para poder hacerlo. A propósito de salud, el Colegio Médico debe aprovechar que el gobierno está dispuesto a resolver viejos males y reclamos, pero... por Dios, salario y trabajo (¿).