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ORLANDO DICE...

Lucha en ayuntamientos

EN EL MUNICIPIO.- La sala capitular de los ayuntamientos del país será el primer escenario de lucha entre las fuerzas del gobierno y de la oposición, si como se anda diciendo cesará el acuerdo de respetar la mayoría. La que se dio en la calle y fue responsable de la elección del alcalde. Uno de los voceros del PRM consideró que las razones de ese entendimiento ya no existen, que la realidad política en los municipios es otra, aunque será el martes que viene cuando se conocerá el tema y se decidirá al respecto. El PRSC andaría en la misma onda, pero con un propósito más activo: servir de contrapeso en las alcaldías al poder omnímodo del PLD en todos los poderes públicos. La idea sería formar un frente de oposición y que cada sala capitular se constituya en un foro contestatario. La llamada regla de oro, que nunca fue de oro, pero sí un ente de paz, será dejada de lado. Las potencias de los partidos fluirán libremente, y como en el pasado, el núcleo -gobierno u oposición- que tenga más saliva, comerá más hojaldre. El consenso se creía bueno, la concertación adecuada, pero la circunstancia electoral provocó unos malos humores que todavía fastidian...

CONTRA LA DOCTRINA.- La situación es interesante porque el PRM anda en un trance de rubor. A José Francisco Peña Gómez orando, y con el mazo dando. Encomienda su alma al fenecido líder en cada menester, lo tiene en la boca en todo santo momento, pero va dejando sin efecto las iniciativas que llevaron a que propios y extraños reconocieran su “genio táctico” . Lo he dicho antes y debo repetirlo ahora. El nombramiento de personas afiliadas a los partidos como miembros de la Junta Central Electoral, fue idea suya. La trajo de Venezuela, y Venezuela fue en un tiempo una democracia admirable. De manera que si ahora se reniega de la modalidad, y se trabaja en un cambio, afectará el legado de Peña Gómez. Lo mismo con la llamada regla de oro de los ayuntamientos, que aseguraba votación al nominado por el entonces síndico, ahora alcalde. Los perremeístas tal vez no lo hayan advertido, pero se asiste a un desmonte de lo que podría llamarse doctrina peñagomista. Y lo que intriga no es la circunstancia, sino el aliado. Todas estas acciones cuentan con la anuencia y el respaldo de los reformistas, que sí recuerdan contra quienes se tomaron...

ACCIÓN Y DESQUITE.- Habrá que ver en qué termina el asunto, ya que ante el temor de que la elección provoque confrontaciones y haya saldo que lamentar, alguien sugerirá que lo incluyan en el Diálogo de Agripino. Como forma de preservar el ánimo de entendimiento. Pues conociendo como se bate el cobre, no es verdad que si la oposición le da un palo de gallera al gobierno, este va a quedarse tranquilo, dejando que la democracia fluya, cuando a su vez podría maniobrar e imponerse en instancias y condiciones en el momento que le sean favorables. El PLD ganó muchas alcaldías, más que cualquier otro partido, pero eso no significa que tendrá control de sus salas capitulares. Aunque por vía del desquite, lo que pierda en una, lo recupera en otra, o en un distinto nivel. La situación, sin embargo, puede analizarse desde otra perspectiva que no sea de oposición por oposición. No solo estarán los intereses de los partidos, sino también de los alcaldes, y por igual de los regidores. El universo, por tanto, será variado, ya que los alcaldes y los regidores no siempre pelean en pareja...

ALCALDES, REGIDORES.- Los alcaldes electos no tienen que ser iguales que los salientes, en cuanto a respetar las líneas del partido. Se sienten más libres y con menos compromiso. No puede adelantarse que asumirán la llamada regla de oro, pero de seguro pensarán dos veces si enfrentan al gobierno. Digo, si es que están interesados en realizar una buena gestión. La ayuda del gobierno es clave, pues para dispendio, sobra, pero para hacer... falta. El nuevo alcalde de La Vega, por ejemplo, sabe lo importante y oportuno que es la mano generosa del gobierno. Además, la disciplina se lee bonita en el papel, pero difícil de practicar. ¿Correría el PRM el riesgo de perder representación en los municipios por forzar situaciones con las que no estén de acuerdo los titulares? Con los ediles sería más fácil, pues estos estarían dispuestos a armar lo que fuere y tener fuerza interior suficiente para imponer a los alcaldes los rigores que crean convenientes a sus fines. Y pueden adivinarse desde ya esos fines...

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