FUERA DE CÁMARA

Ese nombre: Rafael Perelló

No sólo emprendedor entusiasta y ejemplo de empresario exitoso que proyecta el futuro dominicano con optimismo, sino que Rafael Perelló Abreu es el amigo solidario a quien no hay que llamar para tenerlo presente dispuesto siempre a exponerse con generosidad desinteresada.

“Rafelito” --como le llamamos sus amigos y familiares más cercanos--, es discreto, callado, modesto en actitudes y comportamiento, huidizo al foco público y a la vida social deslumbrante en un medio donde la ostentación es común en personas de economías holgadas.

Pocos empresarios --probablemente ningún otro como él--, ha sido tan solidario y generoso con los periodistas que han emprendido esfuerzo propio en programas radiales y televisivos en los que su Café Santo Domingo es invitado de honor día a día, mañana a mañana, noche a noche...

... Y nadie es tan puntual en el pago de su publicidad como Industrias Banilejas. Tan puntual, que en algunos casos paga por adelantado seis meses juntos para que los productores, siempre escasos de liquidez, puedan desempeñarse y cubrir sus compromisos perentorios.

Lo hace para ayudar, sacrificando siempre el interés financiero de su empresa porque un producto como el suyo, sin competencia en el mercado y que vende toda su producción antes de salir de fábrica, no necesita inversión publicitaria y mucho menos pagar en esas condiciones.

Más relevante aún: ese presupuesto publicitario lo distribuye de forma equitativa entre los productores independientes... “Para que a todos les toque algo, aunque sea un chin a cada uno”.

... Y se hizo justicia La Asociación de Industrias y su presidente Campos de Moya lo reconocieron otorgándole el premio al mérito industrial por su extraordinario esfuerzo en la producción y procesamiento del café, “y por su compromiso social y aportes a la cultura exportadora”.

Se trata de un reconocimiento justo porque cualquier expresión de alabanza que se haga a Rafael Perelló quedará siempre corto cuando se valoran sus aportes a una industria que él y su familia han desarrollado por tres cuartos de siglo.

Es el legado de un tronco familiar --Manuel de Jesús Perelló, Don Masú--, que fundó Industrias Banilejas en el año 1945 pero que heredó de su padre el cultivo del café que venía de generaciones atrás en la región montañosa de Baní...

... Hoy, con más de tres mil trabajadores en todo el país, Induban constituye la empresa más importante de su género y el legado de don Masú se extiende a sus hijas Daisy, Noris y Kirsis y se prolonga en cuarta generación a través de una descendencia incorporada a la caficultura nacional.

En el plano humano... Don Masú Perelló sembró una cimiente sana en la sociedad dominicana, y por eso “Rafelito”, sus hermanas, hijos y nietos cosechan hoy el fruto de un ejemplo de trabajo y seriedad que siguieron como norma de vida.

A la muerte de su único hermano varón a muy temprana edad, a Rafael le tocó ponerse al frente de la empresa al fallecer don Masú, y en compañía de sus hermanas impulsó la industria incorporando al cultivo de café nuevas variedades resistentes a enfermedades que diezmaban la producción y aplicando medidas fitosanitarias para el control de la roya.

Existen razones de sobra para que la familia Perelló sea respetada y querida por empresarios y productores de todo el país...

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