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Los Oráculos de César Medina

y II

Rindiéndole culto a sus “oráculos”, en tres artículos “gemelos” escritos en el periódico Listín Diario, el periodista César Medina, embajador dominicano en Panamá y privilegiado del Leviatán de Estado actual, afirma que la respetable votación del PUN en el pasado proceso electoral, brotó del mercado de compra y venta de votos, cuando utiliza la frase popular “por la plata baila el mono” y otros evocativos.

En la “orgía” política de “Pan y Circo” del 15 de mayo, 2016, no bailó un solo “mono” con plata de las arcas microscópicas del PUN y mis peculios, primero porque carecemos de semejantes capacidades, y segundo porque tampoco recibimos recursos de ninguna otra fuente espurrea o impoluta, a excepción de la exigua asignación del Estado a través de la Junta Central Electoral.

Si algo se destaca en grado de abominación en mi humilde registro de vida pública, es mi prédica contra el parasitismo, el mercadeo de la conciencia y la cultura de la dádiva como recurso supremo de las élites políticas, para retener o conquistar el poder del Estado.

Entre tantos escándalos del recién pasado escrutinio, el señor Medina se focaliza en cuestionar la estadística electoral obtenida por el PUN, representada por 5,677 votos presidenciales, 203,514 votos congresuales y 65,625 votos municipales, para un total general de 274,816 sufragios.

Su interrogante sin respuesta es la diferencia abismal entre la exigua votación presidencial y los demás niveles, comportamiento enigmático que atribuimos al “Armagedón” económico oficialista de compra de conciencia y la polarización “megalómana” por la Presidencia de la República.

Los códigos de inteligencia política me aconsejan no delatar, para satisfacer al polémico articulista, la soterrada estrategia de poder del PUN, concebida para destronar 10 senadores y 40 diputados que salvaron milagrosamente la curul por deserciones de actores de élite y abominables prácticas fraudulentas, y mucho menos lo que prohijarán estos excepcionales acuerdos para el 2020. “El silencio es oro molido”.

Simplemente diremos, en planos generales, que la impecable votación obtenida es hija legítima de las siguientes canteras electorales permanentes o cíclicas:

1. La prestancia política propia del PUN que antes de la alianza con el PLD en el 2007, había obtenido más de 65 mil votos en las elecciones del 2006, ocupando la casilla #7. Esa relación fue un maleficio electoral en la historia del partido.

2. El sector cooperativo nacional integrado por más de Un millón 400 mil dominicanos en el que consumamos una obra con categoría de semilla, elevándolo a la era de mayor florecimiento de toda su historia.

3. Los proyectos políticos cuyos reconocimientos jurídicos fueron rechazados por la Junta Central Electoral.

4. Los acuerdos políticos de líderes de partidos mayoritarios en convicta violación a la Constitución de la República, la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, la Ley Electoral 275-97 y los Estatutos de los propios partidos políticos. “A río revuelto ganancia de pescadores”.

5. La comunidad cristiana nacional por la consigna “Cristianismo y Soberanía” que enarboló el partido como concepción de campaña.

6. La alianza asimétrica PLD-PRD que me permitió abrevar en viejos lazos históricos.

Como dice la sentencia doctrinal contenida en la obra “Hamlet”, alumbrada por el genio literario inglés Williams Shakespeare: “Hay más cosas bajo el cielo y la tierra, Horacio (o en este caso César), de las que sueña tu filosofía”. Máxime, decimos nosotros en relación con su excelencia, cuando se trata de concepciones de poder que son “la miseria de la política”, parafraseando el título de la obra polémica de Karl Marx: “La miseria de la filosofía”.

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