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FUNDACIÓN SALESIANA DON BOSCO

Paternidad responsable

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Juan Linares, SdbSanto Domingo

Celebrar el día de los padres, es enaltecer esta figura de tanta importancia en la vida de cada persona y de toda la sociedad.

La palabra padre es sagrada y es con la que Jesús nos ha enseñado a llamar a Dios.

Hablar de padre es hablar de paternidad y hablar de paternidad es hablar de engendrar vida, el don más importante y hermoso de la creación.

La paternidad es un don de Dios y cada hijo es un regalo venido del cielo. Los padres tienen esta facultad y que a la vez es un mandato de Dios que desde el principio dijo: “Crezcan, multiplíquense y llenen la tierra”.

La auténtica paternidad conlleva la responsabilidad de conducir a los hijos en su crecimiento, ofreciéndoles una rica estabilidad en afectos, comunicación y cuidado, siendo protagonista de una buena educación.

La tarea de ser padre además de ser admirable y sumamente emocionante, es también muy compleja y difícil de realizar. No es fácil ejercer la paternidad.

Todo padre tiene el deber de transmitir “paternidad” a sus hijos. El deber de un padre es estar presente en la vida del hijo, una presencia llena de riquezas que ofrece ayuda en las necesidades físicas, emocionales, sociales y espirituales. Esto se realiza dedicando tiempo a sus hijos, acompañándoles en los momentos importantes, enseñándoles lo que verdaderamente importa, teniendo una completa y continua comunicación con ellos, sabiéndoles corregir oportunamente. Estar presente en la vida de los hijos es la tarea más importante de un padre.

Desgraciadamente, en la actualidad se habla de una “sociedad sin padres”. Tremendo vacío de terribles consecuencias, pues genera situaciones de orfandad en niños, niñas, adolescentes y jóvenes que viven desorientados por no tener una guía y referente en su propia vida y produciendo vacíos y heridas en estas jóvenes vidas.

El padre tiene un papel fundamental en la construcción de la identidad de sus hijos. Recordemos que, junto con la madre, es el primer modelo que tienen y cuando esta identificación tiene lugar de manera adecuada, los niños, niñas, adolescentes y jóvenes tienen mayores posibilidades de estructurar sólida, equilibrada y oportunamente su identidad. Cuando no hay padres las consecuencias son nefastas.

Quien ha de asumir esta figura paterna ha de estar comprometido con el rol de padre y este compromiso ha de nacer del amor. Todo padre, además, ha de ser un buen amante de su esposa, pues la figura paterna se complementa perfectamente con la materna. Paternidad y maternidad son los motores que engendran la vida de los hijos.

Hay, también, una paternidad espiritual, pues la paternidad consiste en dar vida.

Celebrar el Día del Padre es celebrar una importante fiesta de familia. Felicidades para todos los padres y el deseo de que asuman con calidad y responsablemente este rol tan importante para la persona como para la sociedad.

¡Que Dios bendiga a todos los padres en su día y siempre!

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