Sintonizar con los tiempos
En la primera parte de nuestro artículo sobre Sintonizar con los Tiempos, nos referimos al esfuerzo realizado por el Prof. Thrun y el éxito obtenido por el mismo en la instalación de su universidad virtual, y la repercusión que esta nueva modalidad de educación tendrá a nivel global.
El Prof. Thrun fue el pionero de la educación virtual, pero al día de hoy ya son decenas las universidades virtuales en el mundo.
¿Puede República Dominicana permanecer indiferente, o si se quiere, ausente, de estos cambios de paradigmas que a nivel global vienen experimentando los sistemas educativos? Obviamente que no. Lo esperanzador es que lo que de una u otra manera viene a concretar la respuesta a nuestra inquietud son parte de las propuestas contenidas en el Programa de Gobierno del Partido de la Liberación Dominicana para este cuatrienio 2016-2020.
Dentro de los aspectos relevantes, tenemos la ampliación de la cobertura de la educación técnica superior para satisfacer las necesidades de recursos humanos y de servicios; así como trabajar con las instituciones de educación superior. Se plantea además, el establecimiento de un Sistema Nacional de Acreditación de Instituciones y Programas de Educación Superior, a los fines de acompañar a las universidades en el proceso de evaluación de fortalezas y áreas de mejoras, así como en los cambios que deben implementar para acreditar sus carreras. Algo que resulta inteligente y para nosotros de un gran alcance, es lo que tiene que ver con el planteamiento de ampliar, en alianza estratégica con el sector empresarial para la financiación de la investigación científica y las oportunidades de formación y capacitación de investigadores. En igual sentido se plantea el apoyo a unos 618 investigadores y científicos del país, para que realicen sus investigaciones y contribuyan con el desarrollo de la innovación, la ciencia y la tecnología en áreas como la agroalimentaria, salud, medio ambiente, energías no renovables y ciencias básicas. Estas son algunas de las pinceladas básicas de lo que sería la ruta a seguir en estos aspectos tan determinantes para colocarnos a tono con los cambios que se requieren en la educación.
Creemos que dentro del contexto de un país tercermundista y subdesarrollado y con una gran deuda social acumulada por décadas, los gobiernos del PLD han ido saldando de manera casi prodigiosa la misma, a tal punto que en los años de gobiernos del PLD, millones de dominicanos han logrado salir de la pobreza extrema; y ello ha sido posible entre otros factores, a la priorización de la educación. Porque como muy bien lo manifestara el compañero Danilo Medina en una de sus intervenciones: “La educación es la otra cara de la libertad”. Pero debemos ser inteligentes y creativos, ya que es cierto que una buena educación sin un entorno que fomente la innovación produce muchos taxistas de sorprendente cultura general, pero con una limitada capacidad para producir riqueza. Hacen falta otros elementos, además de una buena educación, para fomentar mentes creativas. Para ello, y es un reto que tenemos por delante, debemos construir sin importar los sacrificios, nuestro propio Silicon Valley, donde podamos concentrar los mejores talentos del país y facilitarles todas las herramientas necesarias para que puedan desarrollar todas sus potencialidades. ¿Cuántos cerebros prodigiosos se habrán embotado o perdido su capacidad creativa por falta de oportunidades en nuestro país? Al día de hoy podrían ser miles.
Ponemos el Silicon Valley de referencia, porque el mismo se ha constituido en un paradigma mundial; ubicado en San Francisco, Estado de California, en los Estados Unidos de Norteamérica. El Silicon Valley aloja muchas de las mayores corporaciones de tecnología del mundo y miles de pequeñas empresas en formación. Es además la referencia de todos los negocios de alta tecnología.
Ya en los gobiernos del PLD se han hecho esfuerzos loables que van en esa línea, como son el parque cibernético, ubicado en de Boca Chica y el Comunity College, ubicado en San Luis; ambos construidos en la gestión del compañero Leonel Fernández.
No obstante, debemos poner en nuestro horizonte nuestro Silicon Valley, donde logremos combinar educación, innovación y creación de nuevas fuentes de trabajo.