Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

FUERA DE CÁMARA

La carta de Lon Guerrero

En mi época de reportero, Miguel Guerrero era considerado “periodista de derecha” cuando era casi un sacrilegio pertenecer a la prensa sin figurar en la vanguardia izquierdista que no pasaba de la simple vocinglería callejera de gente con poco oficio y exceso de vocación al martirologio irracional.

Para la gran mayoría de los periodistas de entonces --apandillados como estábamos en torno a un gremio controlado por los grupos extremistas--, “Lon” era la antítesis de la ética profesional y del buen ejercicio que preconizaba “la revolución inminente” pasando primero por un modelo de colegiación obligatoria que por ironías de la vida cercenaba libertades públicas fundamentales.

Casi medio siglo después, Miguel Guerrero sigue en el mismo sitio mientras los que continuamos vivos de aquella generación de periodistas --o por lo menos la gran mayoría--, nos hemos situado a su derecha al margen de la hipocresía que encuentra siempre espacio para fingir una moralidad a ultranza.

En su columna del diario El Caribe “Lon” exhibe los mismos principios que mostraba cuatro décadas atrás cuando trabajaba con Germán Ornes en El Caribe y era corresponsal de la principal agencia de prensa de los Estados Unidos, la United Press Internacional (UPI), de donde pasó al Miami Herald y luego a El Mundo, de Puerto Rico.

Con el paso de los años, “Lon” ha situado cada cosa en su lugar, ha tenido razón las veces que se le ha escapado a las circunstancias que lo han colocado de espaldas a sus principios y a su modo tan particular de ver las cosas... Y por eso algunos pasados de graciosos le llaman “el breve”.

Sobre Leonel Fernández No comparto el criterio de Miguel sobre las consecuencias de un posible retorno de Leonel Fernández al poder. Por el contrario, pienso que el país tiene un activo que no puede darse el lujo de despreciar en un momento de tanta precariedad en el liderazgo político, con su formación, experiencia y visión en los manejos del Estado.

Miguel considera “aterradora” la posibilidad de que en cuatro años las elecciones puedan ser disputadas por Fernández e Hipólito Mejía, lo que cuestionaría seriamente la capacidad del país para la formación de líderes de relevo tomando en cuenta que para entonces hará 24 años que Leonel fue Presidente por primera vez, y 20 de que lo fuera Mejía.

Habría que convenir entonces en que el país incurrió en un soberano error cuando eligió a Balaguer en 1986 para retornarlo al poder a los 80 años de edad, ciego y con discapacidad motora obviando la juventud de Jacobo Majluta, que tenía 47 años y eficiencia demostrada en su efímero paso de 40 días por la Presidencia de la República.

Sin embargo, en los 10 años siguientes a partir de esa fecha Balaguer agotó el mejor período de su largo ejercicio gubernativo.

... Una conclusión sensata Los ciclos de los liderazgos políticos no están determinados por las veces que se haya pasado por el poder y ni siquiera por la ancianidad física sino por la habilidad y capacidad de los dirigentes para renovar sus propuestas y mantenerse vigentes.

La mayor virtud de un político es la persistencia y sabiduría más que cualquier lógica de la biología que en este caso no busca sacar molleros sino inteligencia...

... Y eso lo sabe “Lon” mejor que yo.

Tags relacionados