Balaguer: el peso del poder

El grupo que dirige de lo que queda del Partido Reformista, sólo entiende el lenguaje que solía aplicar su líder, Balaguer: primero el martillo, luego la mandarria y después la perforadora, como le hizo a Goico Morales, por decirles, que fué al Vaticano a lavarse las manos de la sangre de los 12 años.

Quique Antún está desafiando al poder, y el poder está en la obligación de aceptar su desafío porque no tiene otra alternativa, por muy tolerante y permisivo que quiera ser el Presidente Danilo Medina... aunque parezca un infortunio que tengan vigencia métodos tan poco ortodoxos.

De haber sido Balaguer Presidente, Antún hace rato estuviera respondiendo muchas preguntas que tiene que hacerle el Ministerio Público, a propósito de una auditoría de la Cámara de Cuentas a su gestión en el Banco Nacional de las Exportaciones; y mientras se demuestra que se trata de calumnias y decires maliciosos, probablemente estaría pasando un mal rato.

Se pensaba que la política confrontacional de la que Balaguer tanto abominó había quedado atrás, pero ese grupo beligerante del reformismo pretende retrotraer el país a esos años de turbulencia e ingobernabilidad, a pesar de que una de las enseñanzas que dejó su líder es que, la política se ejerce con el cerebro y no con las vísceras.

... Más aún, que quien tiene cola más larga que el cometa Halley no pasa cerca del fuego.

... Ejemplo de “Carlitos” En mi libro anecdótico “El Presidente Ciego” --ya casi en imprenta--, cito el ejemplo de Balaguer y el licenciado Carlos Rafael Goico Morales, a quien sus amigos de El Seibo llamaban cariñosamente “Carlitos”.

Goico fue vicepresidente los últimos ocho años del gobierno de 12 años de Balaguer, y una vez que salió del poder en 1978, hizo un viaje al Vaticano “para limpiar mis pecados en Casa de Pedro”.

De regreso en el país, los periodistas lo entrevistaron en el aeropuerto y le preguntaron si aprovechó para arrepentirse por la represión política mientras fue Vicepresidente, y como era habitual en él, tomó la libreta de uno de los reporteros y escribió que el Santo Padre lo redimió porque se lavó la sangre de sus manos.

¿Cómo? ¿Que Goico dijo eso?, le preguntó Balaguer a Samuel Pereyra Ariza --La Chambra--, que era su asistente en su casa de la Máximo Gómez.

-No sólo lo dijo, Presidente, sino que lo escribió...

¡... Y volvió al poder! Ocho años después Balaguer regresó al poder y a los pocos días le hizo saber a Frank Piñeyro, a quien había nombrado director de la CAASD, que en la esquina de la Máximo Gómez con Santiago había un escape que impedía el suministro de agua a media capital y que ese problema había que conjurarlo de inmediato.

Como Piñeyro no entendió el mensaje, alguien “de la casa” le explicó en qué consistía el “problema”, y al día siguiente equipos pesados iniciaron “trabajos de perforación profunda” en la calle Santiago con Máximo Gómez... Coincidencia de la vida: ¡justo ahí vivía con su familia el licenciado Goico Morales!

... Los “trabajos” bloquearon la entrada de la marquesina y el ruido era incesante mañana, tarde y noche.

Como conocía los juegos pesados de Balaguer, Goico entendió el mensaje y anunció públicamente que regresaba a su “revolcadero de burros” de El Seibo.

¡Quique y Genao conocen esa historia!