Pecador sí, corrupto no

Es esta otra frase muy repetida por el Papa Francisco; él llama y se dice a sí mismo, yo soy pecador, pero no soy corrupto.

Pecador quiere decir de una persona que ha faltado, que tiene fallas, que no es perfecto, pero es un pecador que se siente perdonado por Dios, por eso vale la otra frase, vivir como pecador, pero como pecador perdonado; vivir como pecador con la humildad de reconocer las faltas, pero de ahí a la corrupción, es distinto; el pecador se siente como una fruta dañada; el corrupto, es una fruta podrida, pero también la fruta podrida puede rehacerse.

Todo ser humano, igual que su organismo tiene la capacidad de rehacer sus propios órganos, como creíamos nosotros que solamente hacían los lagartos, también nosotros rehacemos nuestro cuerpo, pero también nos rehacemos mental, emocional y espiritualmente.

El corrupto puede cambiar y volver a ser perfecto, no es tal vez como la manzana corrupta, que hay que echarla al zafacón, al corrupto, si quiere y cambia, él puede decir, fui corrupto, pero soy una nueva persona. Ahora, si no decide cambiar, le pasará como a la manzana podrida, se le tirará al zafacón.

¡Pecador sí, corrupto no!

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.