Especulan unión PRD-PRM

Las especulaciones sobre la reunificación del PRD ya brotan como hongos tras intensas lluvias.

Dirigentes del PRD y del Partido Revolucionario Moderno (PRM) supuestamente se reúnen a la sombra de las buenas intenciones. Para ellos, claro está. El objetivo es impedir que Danilo Medina se re postule, se alega, y otros aseguran que es sacar la dinastía peledeísta.

Los reunificadores ponen sobre el tapete de la esperanza el sólido argumento de que los “panzers” morados únicamente los frena un encuentro opositor que se inicie entre PRD-PRM. Hay comprender que el morado rodillo de Danilo se artilló durante las elecciones y es una grande división de blindados lo que conduce.

Nunca hay que descartar el aprendizaje entre los viejos. Los jurásicos de una y otra organización parecen haber entendido que partido dividido no gana flete. Esa balsa de soñadores, porque se afirma que son muchos, creen que hasta Miguel Vargas estaría en la misma tesitura.

Otro argumento que enarbolan es que comenzar temprano la reunificación despejaría las labores pendientes en el PRM, abocado a dotarse de locales y organismos de representación en las diferentes demarcaciones. El partido que sustentó la candidatura de Luis Abinader centró sus labores en organizarse para los comicios pero carece de estructura real. Tendría que hacer un sinnúmero de asambleas, trabajos que conllevan costos y fricciones.

Las realidades de ambas entidades resaltan una tarea pendiente que es la absorción. Cual subsumirá la otra. El PRD es marca sólida sin inventario y el PRM reservorio fresco pero sin raíz en la mentalidad política, que puede quedarse como casa de verano.

Aunque soñar no cuesta nada, porque ver a Miguel e Hipólito Mejía bajo un mismo techo tiene toques alucinógenos, en política nada es descartable. La realidad es tozuda, pero los dos dirigentes también.

Un elemento que pende en el aire, un factor de atracción como la ley de gravedad, lleva nombre propio en la política: Danilo Medina. Los decretos del agosto podrían dejar para mucho después la compactación. Los del PRM entienden que la nueva administración tiene pocos sombreros y muchas cabezas. Una despensa que se agota y bocas que se multiplican. Esperando hay gente en peste y un bolsillo con muchas deudas.

Esta reunión aún es algo abstracto, pero la dialéctica indica que cuando hay condiciones objetivas la posibilidad puede asumir un curso de realidad. El tema merece una segunda parte.