EL ROEDOR
Conciencia y valores
*“Hay personas que creen que los hechos históricos son producidos por los grandes hombres, y resulta que es al revés; son los hechos históricos los que producen a los grandes hombres (...) Ningún hombre es superior a su pueblo (...) No me importa nada más. Para mí los honores, los bienes reales, la nombradía, la gloria, nada de eso significa nada”. (Juan Bosch).
1.- EL CONTRALOR General de la República, publicó en un diario matutino que no es el LD, un espacio pagado en que explica que los famosos bonos vendidos están enteritos en una cuenta bancaria, que no se han usado porque son 3,000 pesos para los estudiantes cuando comience el año escolar. Al parecer los ‘escribanos’ de otro diario hermano no leen ni sus medios, pues difundieron la mentira de que no aparecían. Espero, aunque no lo vea, que el periodismo sea serio y no una caja de exhibición de sus ejecutivos y empleados.
2.- LOS PATRIARCAS de la Iglesia Cristiana Ortodoxa, celebraron SU primer Sínodo en 1,000 Años, en una isla del archipiélago griego. Participaron 10, señor Grimaldi, pero no estaba Cirilo (Kiril), de la Federación Rusa. Pero el de Bizancio, Constantinopla o Estambul (Turquía), aclaró que no son varias iglesias, sino una sola; habló de los sufrimientos y las persecuciones históricas, pero que están de pie, perdonado, y con fortaleza para seguir defendiendo la doctrina del Hijo de Dios, Jesucristo, aunque sean minoría entre los musulmanes; defendiendo la paz. Desde Roma, Francisco, el Papa, afirmaba ese mismo día, que los 64 millones de inmigrantes, que les ponen impedimentos y muros, son hijos de Dios, hermanos, que al igual que los que los desprecian y se creen superiores, tienen derecho al exilio y tienen su misma dignidad. Que deben ser recibidos y protegidos, porque huyen de la represión y del hambre. Pidió misericordia y solidaridad para con ellos. ¡Santo Padre, estamos llenos de los ‘mesiés’ pero no les hacemos nada! Los ricos sí que los explotan y les roban sus salarios y sus propios hermanos negros. Dios lo ve, piadoso Francisco.
3.- JAMÁS, DIOS LO SABE, ni sentimos envidia, ni somos derrotistas. Somos pesimista-positivo que nunca nos damos por derrotados y reímos como posesos, sobre todo, con nuestros hijos, con mi santa Empera, amigos y hermanos. Me río más que lo que peleo, sobre todo cuando oigo los disparates de este país y las poses de los “expedienteros”. En un país de tantos ‘secretismos’ y contubernios, hay que saludar, como decía mi hermano J. Labourt, citando a F. Nietzsche, con mano de terciopelo, pero llevando debajo las garras del oso.
4.- SEMBRAR VALORES.- Ahora dizque estamos sembrando valores. ¿Y cómo puede sembrarlos quien no los tiene, porque los ha trastrocado por el cinismo, la conveniencia, el afán de lucro, la ambición de poder, y el silencio frente a toda tropelía y traición a los principios? Quien puede pactar con el mismo Satanás por salirse con las suyas, sin atreverse a decir lo que piensa, como decía el gran José Martí; que tampoco significa callar por prudencia o por razones de Estado, o por los sagrados intereses de la Patria. Sino hacerlo por conveniencia, por astucia y por codicia; “sin sangre en las venas, vivir llevando una vida de puras mentiras”, como dice Raúl Marrero, sólo “por ser el amo del mundo y ser el rey de la vida” (del expediente). ¿Y por qué debe uno olvidarse de Azorín, de Epicuro, de Séneca, de Borges, de Góngora, de Lincoln, de Martí, de Duarte, de los hermanos Puello, de Américo Lugo, de Bolívar, de Maceo, de Artigas, de San Martín, del padre Pedro Arrupe, del Papa Francisco, de Francisco de Asís, de Teresa de Jesús, de Teresa de Calcuta, por un pedazo de vida de relumbrón, por un suspiro, si mi recuerdo vivo, me dice que apenas ayer era un niño descalzo en Vicente Noble? ¡Para qué diablos leíste a Schopenhawer, a Kant, a Unamuno, a Maritan, a Marx y a Lenin, que estos dos últimos les mandaban casi a diario una carta a sus editores pidiéndoles un adelanto para la necesidad del día! ¿Para qué la miseria de nuestros padres, que se lo merecían todo y recibían casi nada, ¡y de eso daban!? ¿O fueron burros y burras los que nos parieron?