Danilo en Cuba

Precedido ya de las felicitaciones y el reconocimiento que había recibido del empresariado nacional, de la iglesia Católica, del cuerpo diplomático en pleno, y de otros sectores importantes del país por su triunfo en las elecciones del pasado 15 de mayo, la participación del presidente Danilo Medina en la reciente Cumbre de Estados del Caribe celebrada en La Habana, Cuba, no pudo ser más oportuna para reafirmar y fortalecer la legitimidad de su elección.

En efecto, al gobernante le llega como “anillo al dedo” el evento internacional, en momentos de algunos escarceos innecesarios con respecto a la elección en el nivel presidencial, que al ser por un margen que casi duplica la votación del más cercano competidor de Medina, esta vez tiene lugar con la más sólida base popular y social que registra la historia democrática dominicana.

Para los fines, el hombre llega a la tierra del legendario Fidel Castro como el Presidente mejor valorado de América Latina, pero también como el jefe de Estado exitoso con políticas que han colocado la economía dominicana como la de mayor crecimiento de toda la región latinoamericana y caribeña, con un 7% promedio durante los cuatro años de gestión y un 10.1% durante el mes de las elecciones.

En La Habana, donde Medina pudo hacer algunos apartes para tocar temas relacionados directamente con el interés del país, como el de las relaciones comerciales con Haití, Medina pronunció un discurso cargado de optimismo para el presente y el futuro de América Latina, y cuyo mayor valor fue el de provenir de un jefe de Estado con una gestión exitosa en medio de una crisis que ha afectado de manera severa las economías de la región.

Por cierto, se entiende que si alguien está prevalido de un desempeñó exitoso en momentos de dificultades para la mayoría de los países, sería el más llamado a plantear el optimismo como actitud primaria frente a los retos y desafíos que tienen por delante las naciones para reencontrar la ruta de la estabilidad y el desarrollo.

NOTA: Felicitado por el FMI (¿?), con el tema agua como prioridad al “ir por más”, y enfocado en el cambio climático y lo medioambiental, entre otros, Danilo Medina sólo necesitaría de suerte y comprensión para la mayor gobernabilidad.