¿Cómo será el próximo conteo?

DE CAPRICHO, CAPRICHOSO.- Conviene colocarse encima del tiempo y preguntarse cómo serán las próximas elecciones, si serán tan complejas como las recién, con tres niveles al mismo tiempo, o si el conteo será a manos o con aparatos, o si con la misma Junta Central Electoral o con nuevos árbitros. Nada puede asegurarse, pues el político dominicano es caprichoso y nunca se siente conforme. ¿Por qué se hizo el cambio en la reforma constitucional del 2010 y volvieron a juntarse la nacional con la congresual y municipal? No creo que haya otra razón que no fuera arrogancia. Se podía, y simplemente se hizo. Como una vez se decidió que los hombres votaran en la mañana y las mujeres por la tarde, y después se echó de lado y hombres y mujeres juntos, con el horario que cada cual considerara apropiado. Si la contabilidad preliminar a nivel del Congreso Nacional es la misma al final, el PLD tendrá un dominio mayor en las cámaras y senadores y diputados más que suficientes para hacer diabluras sin necesitar de otras fuerzas políticas. Perdió senadores, pero ganó diputados, y la suma da control casi absoluto de la Asamblea RevisoraÖ

LA TECNOLOGÍA, EXCUSA.- Se dijo que las pasadas elecciones serían complejas, pero igual transparentes, y la complejidad no tanto, y la transparencia está por demostrarse; pues la transparencia, lo mismo que la rapidez en los resultados, sería cosa de aparatos y los aparatos decidieron por su cuenta. Todavía vale preguntarse para qué se compraron los aparatos si no le iban a dar cabida. Incluso esa es una tarea pendiente, y fuera bueno realizarla, aunque fuera para salvar la dignidad de los scanners. Los cuales sin tener malicia fueron víctima de los maliciosos. El día de las elecciones fue un día de juicio, y se atribuyó a los equipos el retraso en algunos centros de votación. El retraso no pudo ocasionarlo el aparato de conteo, pues no se cuenta al principio, sino al final. La falla pudo haber sido del equipo de identificación, cuyo trabajo era previo a la entrega de boletas y de sufragio. Debiera hacerse ese discernimiento, pues podría darse el caso de que un aparato pague las culpas del otro. Aunque fueron tantas las cosas que se dijeron, que se hizo claro desde el principio que el pataleo tenía en la tecnología la excusa perfectaÖ

LA HUELGA, UN DERROCHE.- Casi dos semanas contando llama a confusión, y no por el tiempo, sino por los reclamos. Los interesados demandaban que el conteo se hiciera a mano, o de las dos maneras, a mano y electrónico, y los profanos creían que los aparatos hacían el trabajo rápido, por lo que si había retraso, era porque el registro se llevaba a mano. Al final: ¿a mano o con scanner? La Junta Central Electoral no habló claro, y a los afectados, aunque no lo dijeran, les daba igual a mano que electrónico, siempre que fueran los ganadores. Esa era y es el quid del asunto. Unas elecciones en que nadie gana limpio y ningún candidato pierde. Cada cual tiene derecho a la transparencia, incluso a reclamarla si tiene dudas, pero derecho no da razón. Y el que perdió, perdió. Las turbamultas es un truco muy viejo, y la huelga de hambre se desacreditó desde el momento que el alcalde de Santo Domingo Norte levantó la suya sin alcanzar el objetivo. Preocupa la salud de Manuel Jiménez, pues como alcalde serviría a una comunidad, pero como compositor todavía puede emocionar a toda la naciónÖ

EN CAPILLA ARDIENTE.- Llama la atención, y mucha, que el presidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario, libre una lucha sin cuartel en Twitter, como si creyera que las redes pueden constituirse en armas de destrucción masiva. Todo ataque, lo repele, y como hay que suponer, los usuarios de oposición se aprovechan y lo mantienen en capilla ardiente. Incluso vale advertir lo siguiente: una cosa es discrepar, criticar, acusar y otra amenazar, y contra el titular Rosario se producen situaciones de palabras que en otros países obligaría a los organismos de seguridad o inteligencia a hacer las averiguaciones de lugar. Es una figura pública, y los enconos de estos días, al parecer, pueden llevar a vías de hecho. No somos una selva, pero hay tigres sueltos, y el tigre no ataca por hambre, sino por sangre. Lo de Rosario en Twitter fue una provocación, y como en otras ocasiones, no midió todas las consecuencias. Tendrá que defenderse, pues sus compañeros lo dejaron solo, pero no debe olvidar que el Faraón no pudo con Moisés...