Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Un producto de la democracia clientelar

Hasta el pasado19 de mayo, el Ministerio de Salud Pública reportó a la OMS/OPS 2 mil 370 casos sospechosos de Zika en lo que va de año, de los cuales 73 fueron confirmados.

A esa fecha, 39 territorios de Las Américas reportaron la presencia autóctona de zika virus, entre ellos Argentina. Adicionalmente, este flavivirus se detectó en mujeres gestantes de 21 naciones, entre las que figura la nuestra, aunque los casos de síndrome congénito asociado al Zika sólo ocurrieron en 6 naciones/territorios: Brasil, Colombia, Martinica, Panamá, Puerto Rico y Estados Unidos.

Los probables efectos de complicaciones neurológicas y oculares producidas por el virus en las descendencias de las embarazadas es una de las más terribles y temidas consecuencias de la enfermedad y esta ha sido confirmada en Brasil donde 1384 casos fueron reportados.

Una afirmación despachada anteayer desde la OMS añade, a las causales conocidas de la expansión agresiva del mosquito y de las enfermedades que transmite (fiebre del Nilo, fiebre amarilla, dengue, zika y chikungunya), el abandono de la tarea de control vectorial contra el Aedes Aegypti.

En el país es intensa la tarea de controlar el mosquito para reducir los casos, como declara la OMS que acontece en varias naciones. Salud Pública informó haber eliminado 1.5 millones de criaderos.

En su boletín No. 17, correspondiente a la semana del 24 al 30 de abril pasado, la Dirección Epidemiológica del Ministerio de Salud Pública reportó 2,443 casos sospechosos de Zika de los que 243 afectaron a embarazadas produciendo 100 casos del síndrome de Guillain Barré (SGB) entre las semanas 1 a 17, causando, en el período, 6 muertes. En este boletín queda patente que tanto la incidencia del zika como los casos confirmados del SGB no han incrementado de la semana 15 a la 17. También que las muertes por esa causa se han mantenido estacionarias y bajas.

Cuando se imponen la participación colectiva proactiva en la erradicación del vector y sondear nuevas estrategias para su eliminación como recomiendan acreditados estudios, las causas de la expansión del mosquito van mucho más allá de las señaladas por OMS y tocan, según estudios consultados, las prácticas agrícolas vigentes ya que al eliminar la mosca de la fruta se mata la bacteria Wolbachia producida por ella, un control natural del contagio del vector por virus.

El referido estudio publicado en “The Lancet” afirma que “un enfoque alternativo es el uso de bacterias para evitar arbovirus endosimbióticos que se replican dentro del mosquito” ya que se demostró que la bacteria Wolbachia de la mosca de la fruta Drosophila puede prevenir la transmisión de DENV en un aegypti al inhibir la replicación de arbovirus adicionales, tales como virus chikungunya y el virus de la fiebre amarilla, lo que sugiere fuertemente potenciales efectos inhibidores contra ZIKV”.

La afirmación de OMS, pues, es extrema y libera a los agentes económicos y políticos de la responsabilidad al decir que los sistemas sanitarios de los países tropicales en vías de desarrollo, especialmente los de América Latina donde el vector experimenta la mayor expansión del 2015 al 2016, flexibilizaron la labor preventiva de las enfermedades transmitidas por mosquitos al abandonar el necesario control del vector.

Es una realidad, claro, pues no se hizo en la medida que demandaban las circunstancias. Sin embargo, es también una causa difícil de concebir aisladamente porque con el cambio climático y las alteraciones tan inusitadas de los períodos de lluvia y sequía muchas condiciones favorables para la reproducción de los mosquitos se han generado y continúan generándose.

Si a ellas se agrega la pobreza de la gente establecida en los cordones de miseria, encontramos factores predisponentes de la expansión del Aedes Aegypti mucho más poderosos y lejanos de la capacidad de control de las agencias de salud.

Tememos que OMS desee maquillar algo las condiciones sociales, económicas y políticas que provocan esas realidades de marginalidad, pobreza extrema y exclusión, nutricias del Aedes Aegypti.

Sin negar la afirmación de OMS, se ha de sumar la falta de aplicación rigurosa de las políticas urbanas en las democracias clientelares patrocinadas por la partidocracia y los gobiernos centrales, regionales y municipales.

La apropiación de la jurisdicción y autoridad municipales por parte de los gobiernos centrales, la erosión de las normativas sobre el ordenamiento urbano junto a la desestructuración de las jurisdicciones inmobiliarias con fines evidentes, después de casi 50 años no pueden más que arrojar un resultado colectivamente afectado, nacido de la irracionalidad sobre la que vinieron a asentarse, mediante caricaturescos movimientos agraristas, aquellos campesinos a los que la ruptura del sistema productivo agrícola tradicional lanzó y continúa lanzando a las ciudades para convertirlos en una tríada de ejércitos electorales, de reservas y de la anomia. En descamisados, en fin, seguidores de los caudillos barriales, regionales, provinciales y nacionales.

La actual expansión del zika, como efecto del incremento de la población del Aedes Aegypti, es hija legítima de los estados cuya forma de acceso al poder político y repartición de éste se empaqueta en ese término: democracia clientelar. En ella, cada uno reclama su trozo del Estado con el consentimiento y patrocinio del gobierno.

El rol protagónico de los poderes regionales en la estructuración de esta forma de “distorsión ilícita de la democracia” que denominamos Democracia Clientelar la adoptamos de la experiencia guatemalteca, en voz de de Harald Waxenecker quien la caracterizó como una amplia diseminación de “micro capturas del Estado”. De la gran repartición.

Es una democracia acunada en los paños del ´laissez faire, laissez passerª o ´laissez-faireismª que tan útiles resultan al neoliberalismo para el que los gobiernos del Estado deben tener sus manos lo más distante posible de los procesos y actos humanos que ocurren en las sociedades.

La consecuencia es la salida fácil: responsabilizar a los ministerios de salud de los países afectados por la expansión del zika y otras enfermedades de la pobreza hijas de esa democracia clientelar. Apena que OMS libere a los reales culpables.

La solución se logrará extrayendo gente de la pobreza, extendiendo los servicios sanitarios y el agua potable hacia la marginalidad y educando a los sectores marginados y a la población hasta construirlos en solución y ciudadanía efectiva frente a los retos del control epidemiológico de las naciones.

Tags relacionados