Acojo la carta de Pelegrín

“Apreciado César: “Te escribo para compartir algunas reflexiones sobre tu columna del pasado viernes 20 en relación a nuestra posición política. Empiezo por agradecerte que dediques tiempo a analizar la posición de la ‘pequeña pero aguerrida’ FNP, que casi desaparece del mapa electoral. Es buen signo, nos alienta mucho.

“Que recibiéramos más o menos votos nunca sumará o restará fuerza o validez a las ideas y posiciones que sustentamos. Ejemplos sobran en la historia. Somos conscientes de que las vanguardias, o los que dan testimonio, siempre corren el riesgo de quedarse aislados, ser incomprendidos por las mayorías, o descalificados y fulminados por los poderosos.

“Como legislador experimenté con mucha frecuencia que mis posiciones críticas eran derrotadas por mayorías mecánicas y brutales, para aprobar grandes iniquidades o despropósitos, lo que nunca me amedrentó.

“Y además, siempre preferiremos ser aplastados o borrados, que plegarnos en silencio, o ser cómplices de planes antinacionales como los asumidos para abrirle paso a la reelección.

“Tú mismo reconociste la tesitura de nuestra posición política cuando escribiste el 29 de abril del 2015: “Vincho Castillo, sus hijos, sus amigos, sus aliados, su partido, no han ido jamás a una alianza electoral buscando prebendas o reconocimientos que no necesitanÖ Lo han hecho convencidos de que su aporte tiene la significación moral que resta siempre la masificación del voto”. “Si hubiéramos hecho un cálculo político electoral convencional, estaríamos celebrando ‘nuestro triunfo’ con Danilo Medina. Tal vez sería ministro, y quizás Vinicio fuera diputado o senador del DN... Y la FNP tuviera sus ‘cuotas de poder’. Pero preferimos apartarnos, denunciarlo y enfrentarlo, de lo que no nos arrepentimos. Hicimos un esfuerzo en la línea ‘de lo que nunca se había hecho’, sencillamente porque siempre tratamos de sujetar nuestra acción a una visión de los intereses de la nación y unos valores trascendentes.

“Esa misma postura fue la que nos llevó a suscribir en 1993 un pacto con Juan Bosch y el PLD, que estaban muy lejos de ser opciones electorales, y lo hicimos después de desestimar una atractiva propuesta de alianza del presidente Balaguer.

“Quiero puntualizarte que dos condiciones planteamos para apoyar la reelección de Danilo Medina: que el Presidente lo sometiera a referendo; y sobre todo, que despejara la peligrosa ambigüedad que comprobábamos en la posición del gobierno en relación a la defensa de la soberanía en ocasión de la sentencia del TC 168-13.

“El Presidente prefirió el golpe a la Constitución, al sistema de partidos y a los principios democráticos con el ‘pacto reelección por reelección’, así como el empleo de métodos muy censurables para imponerla. Pero, lo que resulta más grave, prefirió pactar con poderes oligárquicos y foráneos, agendas antinacionales y antipopulares, que lesionarán gravemente la soberanía y la autodeterminación, la identidad nacional y la integridad territorial de la República. Por eso rompimos.

“En esta ocasión, frente a esa realidad dramática, muy conscientes de los riesgos y desventajas, tratamos de construir una opción de emergencia, sobre la marcha, para un voto de coyuntura, que permitiera que actores decisivos del ‘país nacional’, contribuyeran a buscar una salida política institucional a las contradicciones que socavan el orden político y exponen al Estado a un derrumbe: no quisieron, no supieron o no pudieron hacerlo, y creo que incurrieron en un grave error histórico de consecuencias imprevisibles, para ellos mismos y para la República.

“Es por eso que decimos con énfasis, que nuestra lucha, más que política electoral, es nacional y patriótica, de resistencia y liberación. Y te recuerdo que para ese tipo de luchas lo importante no son los votos, sino la fuerza de las convicciones, una correcta interpretación de los procesos y la audacia de las acciones. En los años por venir sabremos si somos una nación y un pueblo que se respeta y exige respeto, o poco menos que una colonia, por la vergonzosa claudicación de sus clases dirigentes.

“En lo que respecta a la FNP, en poco tiempo, con escasos recursos y sin estructura electoral, después de 23 años de alianza con el PLD, y desafiando una poderosa trama de intereses, logramos algunas cosas importantes: afirmamos nuestra independencia política, posicionamos nuestra agenda, y propiciamos el prometedor espacio del Polo Soberano.

“Te agradeceré le des acogida en tu leída columna a estas reflexiones de un político atípico, que nunca temerá quedarse solo o ser golpeado, defendiendo sus convicciones sobre La Patria y sus valores.

“Un fuerte abrazo. Pelegrín Castillo Semán”.