Prevención de lavado de activos
En las últimas tres décadas, la expansión de los negocios internacionales ha registrado una impresionante presencia en los diferentes puntos geográficos del mundo, fenómeno que ha impulsado el desarrollo de múltiples mercados financieros internacionales que se observa en el desplazamiento más grande de los flujos financieros que históricamente se halla conocido en las finanzas internacionales. La dinámica que genera la compraventa de activos financieros, acciones y bonos, impactan de manera contundente en las actividades económicas de los países sin importar su tamaño.
El patrón de comportamiento que han registrado estos flujos financieros, involucran y dinamizan el mercado internacional de dinero de tal forma que las grandes entidades bancarias del mundo han diseñado sus estrategias de mercado potencial sobre la base de su presencia en el mercado de crédito multinacional. Una de las atracciones de mayor importancia que impacta en estos mercados es la inversión extranjera directa, en sus diferentes modalidades.
Pero en virtud de que las diferentes economías del mundo operan bajo un alto coeficiente de vulnerabilidad, existe un componente extremadamente delicado para su otorgamiento, y este está influenciado por las condiciones en que se requiere el otorgamiento de crédito, pero a su vez, es aplicable para la captación de recursos que hagan más atractivo la rentabilidad del capital. Pues es aquí donde se encuentra una explicación objetiva de las alternativas que dicho capital pondera para desplazarse hacia mercados que permitan una velocidad de multiplicación rápida y seductora.
La teoría de las finanzas internacionales enseña que son multifactoriales los motivos que impulsan a que los negocios internacionales y los mercados financieros se hallan inducidos a instalarse en los diferentes puntos geográficos, por lo que la desregulación de los mercados y la tecnología han servido de soportes a los mismos. No obstante tal enfoque, las investigaciones más objetivas ponen en evidencias que existen tres teorías irrefutables que explican el crecimiento exponencial de los negocios internacionales, en tal sentido se destacan la teoría de la ventaja comparativa, de David Ricardo, la cual establece que debido a que los países cada vez más tienden a especializarse en una determinada actividad, esto le proporciona mayor eficiencia; por igual, las teorías de los mercados imperfectos explica que los factores de la producción están inmovilizados, y esto estimula a que las empresas y los capitales especulativos busquen en el extranjero las oportunidades multiplicativas, y por último, está la teoría del ciclo del producto que explica la ascendente deslocalización de la producción con el objetivo de abaratar los costos.
Es en ese contexto que se debe entender el desplazamiento de enormes sumas de capitales hacia los paraísos fiscales y la existencia del lavado de activos que invaden los diferentes sistemas financieros, en particular en las economías emergentes. Aunque es muy difícil saber el valor de las fortunas escondidas en los múltiples centros financieros de los paraísos fiscales, el banco internacional de pagos, BIS, mediante investigaciones cautelosas, estima que un total de depósitos bancarios en el mundo, US$ 24,4 billones, alrededor de US$3,5 billones están ocultados en la banca off-shore a finales del 2015, lo que representa una trayectoria ascendente y sostenida, desde mediados de la década de los 80s.
Son esos flujos financieros desconocidos, o no declarados, que condujeron en 1989 a la creación del grupo acción financiera internacional, GAFI, contra el blanqueo de capitales y la financiación al terrorismo ya que su pretensión es utilizar los sistema bancario para legitimar el dinero de origen dudoso, ya que estos representan una amenaza permanente contra el sistema financiero, la economía y la sociedad en su conjunto.
En base al mandato del GAFI, como primer organismo internacional en la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación al terrorismo, se han elaborado múltiples normas y recomendaciones, incluyendo 40 revisadas, las que en su conjunto constituyen un estándar internacional de referencia contra el lavado de activos, las cuales son un elemento clave frente al combate de este delito, cuya efectividad y cooperación en cada país está sujeta a la evaluación combinada del GAFI, FM y el BM, con los cuales se garantiza el fiel cumplimiento de todos los gobiernos. En tal sentido, las 40 recomendaciones están orientadas a abordar cuatro aspectos fundamentales; sobre los sistemas jurídicos, es decir, crear legislaciones para enfrentar este flagelo, que las entidades financieras se preocupen por adoptar medidas preventivas, por último, medidas institucionales mediante la creación de unidades de inteligencia financiera y cooperación internacional para intercambiar informaciones.
Los países que asumen lo que establece el GAFI, empoderan a los organismos de regulación y supervisión bancaria, a lo que se incorporan elementos fundamentales como es la aplicación del manual de conozca su cliente, la debida diligencia e identificar el listado de las personas políticamente expuestas. Panamá que es uno de los principales centros financieros del mundo, con la presencia de más de 38 bancos off-shore y una legislación que promueve el secreto bancario, incumple esas recomendaciones para la prevención del lavado de activos, razón por la cual se ha producido un gran escándalo mediático, el cual desmitifica la confidencialidad de la información de los depósitos, lo que impactará de manera negativa en su economía, migrando esos capitales a otros destinos.
El autor es economista.