El lema del mes

Para el mes de febrero, la Iglesia Católica, en su Plan Nacional para el año 2016, propone este lema que nos acompañe a través de todo el mes: “Dejarse tocar el corazón”.

En un tiempo en que estamos hablando de dureza del corazón, corazones que no se apiadan de los demás, dejarse tocar el corazón, signifi ca el volver hacer que el corazón sea de carne, no un corazón de piedra, y dejarse tocar el corazón, es poderse manifestar con actos que respondan al amor, pero al mismo tiempo, dejarse tocar el corazón, es cambiar el corazón.

Un corazón corrupto, dañado, perverso, necesita ser tocado para que cambie. El lenguaje religioso se llama Conversión, pero podemos usar otra palabra, “cambiar el corazón”. Dejarse tocar el corazón, es poder ser mejor.

En el mes de febrero, pensemos nosotros en ese lema: “Dejarse tocar el corazón”, cambiar el corazón de piedra por un corazón de carne, cambiar el corazón duro por un corazón que tenga en cuenta a los demás.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.