Reacción innecesaria

Amén de complejas, las de mayo serán unas elecciones intensas y concentradas. Y es que aparte de la Presidencia de la República, en solo doce semanas miles de contendores intentarán hacerse de los más de cuatro mil puestos congresuales y municipales en juego.

De ahí lo extraño que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) haya reaccionado de forma emplazante el sondeo de la firma Gallup que le otorga un 52 por ciento de la intención de votos a Danilo Medina y un treinta y seis a Luis Abinader del Partido Revolucionario Moderno (PRM).

Un resorte contraproducente ya que, y olvidando que la misma los sigue presentando gananciosos en primera vuelta, argumentaron a la existencia (cierta) de una muestra anterior, mandada a hacer por empresarios, donde los resultados eran (también cierto) diferentes. Un yerro innecesario e inusual del PLD que primero los presenta como preocupados, pero que además los enemista tanto con la firma encuestadora como con ese grupo empresarial que quizá no estaba interesado en que se filtrara la existencia del estudio.

Las encuestas son como fotos instantáneas de un momento específico y están sujetas a cuestionarios, situaciones, circunstancias, muestras, escenarios e intereses.

De ahí que dependiendo de cómo y quién las mande o hacer o se analicen, todos los sondeos dicen la verdad... aun sea su propia verdad. Que Gallup le otorgara a Danilo un 52 por ciento, con 16 puntos a favor aún sin haber sido proclamado, sin tener abierto un comando de campaña, sin Leonel Fernández integrado, Francisco Javier García en rol de estratega, Rubén Bichara con el sector externo activado, Roberto Rodríguez Marchena sin hacer comunicación proselitista o Andrés Navarro y Alejandro Montás sin echar a correr sus estructuras, es un logro.

Con un “respetamos esos resultados pero no lo compartimos” el PLD salía del tema y no causaba ruidos. Además, si por porcentaje fuera, los de la encuesta Asisa, aunque otorgaban 55 a Medina, le daban 39 a Abinader y nadie dijo nada. Los resultados de la Gallup no ayudaron tanto a la oposición como esa reacción innecesaria.