Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

PANCARTA

¿Qué exige hoy la sangre heroica del 9 de Febrero?

Avatar del Listín Diario
Raúl Pérez Peña (BACHO)Santo Domingo

A los asesinados y heridos en la masacre frente a Palacio un día como hoy en 1966.

Duele evocar a cuatro jóvenes asesinados por reclamar conquistas para el estudiantado.

Conmueve contemplar a estudiantes impactados por balas criminales, hace 50 años, imposibilitados de desplazarse, hasta el día de hoy.

Indigna pensar que en la esquina donde cayeron los muertos y heridos de 1966, ahí mismo se inmoló el Arq. David Rodríguez hace meses, víctima de la corrupción indetenible de un gobierno que mata por segunda vez al profesional, dejando en la impunidad a los principales responsables de su muerte, librados de un juicio.

Si el lector compara en maldad al mandato de García Godoy con el gobierno presente, aquel era una criatura en pininos.

¿Cómo se califica a un gobierno que tiene el tupé de despachar por una maquinaria mediática la grosera burla de que la criminalidad actual es una percepción?

Ni el gobierno de Juan Bosch se salva de lo que dicen sus discípulos hablar de honestidad administrativa.

Un gobierno que tergiversa la realidad engaña a la población, acto que constituye una transgresión de Estado y de lesa humanidad.

Es por eso que la sangre derramada el 9 de febrero de 1966, nos reclama a todos que aquella lucha se proyecte al presente.

Evocar y quedarse en 1966, pura y simplemente, equivale a no aprovechar la conmemoración.

Como no sería la única vez, el mensaje aplica para toda conmemoración.

Como decía Amín Abel, los mártires sirven a su causa, aún luego de su muerte.

Como las siglas politiqueras han secuestrado el país, son muchas las demandas para la juventud que siguen truncadas o disueltas.

Entonces, la lucha estudiantil de 1966 proyectada a este 50 aniversario merece enlazarla con las jornadas contra la corrupción y específicamente porque los corruptos vayan a juicio.

Si la llamada Justicia está “cuarteada” exijamos que renuncien los jueces corrompidos.

En el lugar donde mataron e hirieron estudiantes, hay que plantar su bandera.

Si un ministro mata de nuevo desacatando la Constitución y distorsionando los hechos, debemos seguir adelante.

Total, no hay PLD que dure 100 años, ni pueblo que lo resista.

Es la lucha del bien contra el mal.

Tags relacionados