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¡El toro que era...!

Apropósito de la presencia de Leonel Fernández en el acto de lanzamiento de la candidatura de Danilo Medina el domingo pasado, será necesario patentar un nuevo concepto político basado “en la truñología”… …Porque de repente nos hemos llenado de expertos en analizar expresiones faciales, sonrisas, lenguajes corporales, formas para alzar las manos, palabras al caminar: se trata de unos “facultos” que andan buscándole la quinta pata al gato para no admitir fallas de origen que hoy les provocan estos sinsabores.

La única explicación es que han quedado descolocados porque apostaron a que Leonel no apoyaría a Danilo, y si algo quedó claro el pasado domingo 31 es que el presidente del PLD está comprometido con la victoria de su partido el próximo 15 de mayo.

Tendrá sus diferencias con Danilo; no estará de acuerdo con la forma cómo se modifi có la Constitución para permitir la reelección presidencial consecutiva; podrá estar resentido con algunos de sus compañeros del Comité Político y con legisladores que se proclamaban “fi rmes” y que a la postre fl aquearon; le asaltará la duda de que en 2020 le soplen vientos favorables que le retornen al Palacio Nacional… …Pero por profundas que sean esas diferencias y sus resentimientos, lo que está fuera de toda duda es que Leonel está compelido a poner todos sus huevos en la canasta peledeísta… Y que quienes contaban con sus votos para ganar posiciones municipales y congresuales o para propiciar una segunda vuelta en las presidenciales, calcularon mal.

Fernández es político hábil y experimentado. No en vano ha ocupado en tres ocasiones la Presidencia de la República y es una de las fi guras cimeras de la política regional; un intelectual sólido, consciente de que sólo mediante un instrumento político como el PLD puede consumar su deseo de volver al poder... Sabe que sus posibilidades en el 2020 dependen de que Danilo gane en 2016… Y por eso tendrá rol protagónico en el proceso.

Es probable, sin embargo, que no haya podido superar algunas debilidades con origen en malas infl uencias de amigotes díscolos que han perdido preponderancia política o económica, algunos vinculados con actos escandalosos de corrupción, y otros resentidos y chismosos que le susurran al oído e infl uyen en su accionar político.

Son los mismos que le han convencido de que la campaña en su contra se montó desde el Palacio Nacional, que los sometimientos contra colaboradores cercanos y la llegada del confeso narcotrafi cante Quirino Ernesto Paulino fueron obra del gobierno con el objetivo de facilitar la reforma constitucional que dio paso a la reelección.

Pero Leonel también tiene gente sensata en su entorno que conocen cómo se fraguaron los casos judiciales contra Félix Bautista y Víctor Díaz Rúa. El propio Bautista acusó directamente al procurador Domínguez Brito de actuar con saña en su contra por retaliación política, y ambos saben que fueron parte de una maniobra de Domínguez Brito que buscaba montar un proyecto presidencial sobre la base de perseguir judicialmente a gente señalada por la corrupción.

Creer que el Gobierno trajo a Quirino es un absurdo que no vale la pena analizar. Quirino regresó porque cumplió sentencia en EEUU, y sin ningún caso pendiente vino a su país. Como buen capo que es, quiso cobrar a testaferros y a gente de su entorno que se aprovechó de su desgracia y de paso vengarse de quien lo había apresado y extraditado: Leonel Fernández.

Su venganza fue acusar sin pruebas a un exPresidente de la República, algo que sólo podía tener efecto en un país con bajos niveles de educación y con abundante perversidad aposentada en algunos medios de comunicación, uno de cuyos máximos representantes lo asumió como vendetta personal por el arresto de un hijo fi chado como hacker informático.

Leonel sabe bien quién auspició a Quirino para que actuara en su contra; conoce al personaje que le trazó la agenda, y sabe que nada tiene que ver con la reelección y mucho menos con Danilo, quien jamás caería en esas bajezas.

El problema es que un hombre de las condiciones de Leonel tiene que acabar de sacudirse de los individuos tóxicos que aún le susurran chismes e intrigan para alejarlo de Danilo, inoculándole veneno que pudieran causarle mucho daño al país; él sabe bien que la campaña en su contra arrancó, incluso, antes de abandonar el poder en agosto del 2012, y tuvo origen en los enemigos del PLD que lo identifi caron como el objetivo a batir en las elecciones del 2016...

…Consecuentemente, la reelección es consecuencia de una errada estrategia de esa oposición que pasó dos años atacando a Leonel mientras Danilo gobernaba tranquilo y alcanzaba cotas de popularidad estratosféricas… …Como en el cuento de Bosch sobre el toro y el bizco: ¡confundieron al toro que no era y los atrapó el toro que era!

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