Relación poesía y filosofía

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Para el escritor Miguel Aníbal Perdomo (2014) “La actitud del fi lósofo puede entenderse como una censura por razones de estado y no hay que confundirla con su visión general del poeta a quien eleva a un rango de semidios en otros libros. Como señalan muchos estudios, parece haber en la expulsión del poeta mucho de divertimento fi losófi co, de juguetona ironía” (p.177).

Hay coincidencia en la contradicción del autor de la República, en su doble condición de fi lósofo y poeta. Su drama particular lo lleva a tener que decidirse por la razón y a alejarse de sus dotes líricas, dejando huellas imborrables en los libros. Esta conocida contradicción para (Steiner, 2012) resulta favorable: “esto hace que sea fascinante y fundamental para nuestro tema la famosa disputa de Platón con los poetas y la poesía, una disputa anticipada, como hemos visto, por Heráclito pero notable también en Genofanes y en la crítica de Homero que hace Hesíodo” (p.59) Cada posición asumida sobre esta particular relación denota la amplitud y variedad de la visiones sobre fi - losofía y poesía, develando sus complejidades y sus consecuencias. En verdad parece fi rme la exclusión de los poetas de la República pero hay otros criterios, pues según Perdomo (2014) muchos ilustres abanderados de la poesía aceptaron el reto, como el romántico inglés Persy B. Shelley, y el mencionado Nietzsche cuyo texto El Origen de la Tragedia, es una defensa no menos apasionada que el rechazo de Platón.

Agotar que la relación poesía- fi losofía ha sido asumida por varios dominicanos no solo Avelino, Spencer y Mármol estudiaron fi losofía; otros de nuestros poetas también son egresados de esta disciplina, como Máximo Avilés Blonda de la generación del 48 y Glas Mejía, perteneciente a la poesía sorprendida, profesor de lógica durante muchos años. Hay autores como Franklin Mieses Burgos (en algunas de sus obras) y Manuel del Cabral (en sus textos metafísicos), que han incursionado en la temática fi losófi ca sin tener estudios formales.

Refl exionando, en síntesis, considero que la creación literaria precedió a la fi losofía. La fi cción pareció adelantarse al razonamiento lógico. El mito fue claramente anterior al autentico pensar, para explicar lo circundante y las características del ser humano. Por eso, las obras de Homero y de Hesíodo se constituyeron en la expresión literaria del pueblo griego, signadas por una fabulación que tendrá como modelo un pasado poéticamente heroico. Esto caracterizó la enseñanza y la base de la formación de múltiples generaciones.

Es lo que advertimos en Grecia como cuna del desbordamiento de la creatividad y del pensar para dar una explicación del mundo, mucho antes que escrita, la literatura fue oral. Al estampar las ideas en forma fi ja se crearon dos caminos: la expresión verbal y la escrita.