Dos motivos para ir el martes 9 ante el Palacio

El próximo martes 9 de de febrero recordaremos a cuatro jóvenes asesinados y 19 heridos frente al Palacio Nacional (lado Sur), cuando reclamaban mejor presupuesto para la UASD y otras reivindicaciones para el estudiantado en general. Los asesinados fueron, Miguel Tolentino, Luis Jiménez Mella, Antonio Santos Méndez y Altagracia Amelia Ricart Calventi, quien murió semanas después de caer mortalmente herida.

Los 19 heridos fueron: Brunilda Amaral, Antonio Pérez, Freddy Antonio Cruz, José Ramón Casimiro, Griselda Zorrilla, Miguel Núñez, Juan Castro, José María de la Cruz, Víctor Ramírez, Jaime Tomás Estrella, Cipirán de Jesús Báez, Modesto Guzmán Castro, José Daniel Solís, Vinicio García, José Sabala, William Pérez, Ernesto Caamaño, Roberto Ramírez y Evita Germán.

Ese derramamiento de sangre sucedió frente al Palacio Nacional, donde casi a los 50 años se inmoló el Arq. David Rodríguez, acorralado por la usura y la extorsión de funcionarios, cuyos cabecillas andan sueltos, siendo la expresión de una impunidad blindada por el partido gubernamental.

El Comité Permanente 9 de Febrero, y la vicerrectoría de extensión de la UASD iniciaron ayer viernes la conmemoración con la puesta en circulación del libro (Memorias) de Brunilda Amaral titulado, “Ni mártir ni heroína, una mujer decidida”.

- El lunes 8 de febrero, 5:00 pm, UASD, panel sobre la historia del movimiento estudiantil.

- El martes 9, la síntesis del programa es:

8:00 a.m. Enhestamiento a media asta de la Bandera Nacional y de la UASD.

8:15 a.m. Homenaje a estudiantes caídos. Ofrenda floral en la tarja en su memoria.

10:00 a.m. Acto central: “Una flor para los mártires”, calle Dr. Báez esq. Moisés García, frente a la OISOE.

11:00 a.m. Caminata hacia el cementerio de la Av. Independencia. Ofrenda en tumba de Amelia Ricart Calventi.

4:00 p.m. Acto artístico cultural. Salón Manuel de Cabral. Biblioteca Pedro Mir, UASD.

A los 50 años de aquella movilización reprimida a sangre y fuego, resulta de alto relieve la conmemoración, con énfasis en las lagunas que afectan al estudiantado, víctima de una inducida y múltiple involución cultural. Siendo el arquitecto David García un mártir inmolado en el mismo lugar por la corrupción del presente. Su nombre queda grabado por siempre en la historia dominicana.