Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

FUERA DE CÁMARA

¡Oh! ¿admirador de Silvio?

Confieso que para hablar de Silvio Herasme Peña me inspiró este “No Respondo” de Nelson Rodríguez el pasado lunes, publicado en diario Libre bajo el título “Algo ‘bueno’ de la oposición”: “Recién me sorprendió el despachador de una estación de combustibles con una pregunta en tono amable: ‘Señor Nelson, ¿cuándo es que usted va a escribir algo bueno de la oposición?’. Me dio qué pensar porque Guido Gómez, en el velatorio de Hamlet, me increpó en términos parecidos, y antes lo hizo en un bar el fraterno colega Abigaíl Peña… “… Me asaltaron dudas, lo confieso, y a los tres pedí que me sugirieran algún tema, porque me aterró estar en la otra orilla de los periodistas ‘independientes’, de doble moral, expertos en simulación, que ‘viven’ de hacer oposición”.

Si Nelson se siente “aterrado” por verse en las antípodas de los periodistas apandillados contra el gobierno sin ninguna otra intención que vivir de eso --y de eso se vive mucho mejor que alabando a Danilo y al PLD--, debería fijarse en un ejemplo que nos da un maestro de unos y otros, Silvio Herasme Peña.

En términos personales prefiero no hablar de Silvio para no “contaminarlo” con mis posiciones tan particulares, la mayoría de ellas coincidentes con este gobierno meno malo que los otros --pero igual de malo--, frente a una oposición que sólo aporta frustraciones. Pero en esta disyuntiva de Nelson tenemos su ejemplo, el de Silvio, que aún después de viejo sigue denunciando a quien hay que denunciar y reconociendo a quien hay que reconocer sin importar el lado político donde se le ubique porque está curado de espantos.

… Anti-balaguerista Soy admirador de Silvio porque cuando me enganché en este asunto Silvio había sido el As de los reporteros del Listín, era jefe de Redacción de El Nacional y constituía un referente para todos los que nos iniciábamos en el oficio… Hablo de 1970, hace 46 años.

Fue antibalaguerista de barricada y denunció crímenes, atropellos, represión, persecuciones… Pero jamás renunció a su amistad de toda la vida con algunos líderes militares considerados entonces autores de esa represión. Por el contrario, aprovechó esa relación para salvar muchas vidas.

Silvio no se detuvo jamás en los prejuicios que siempre prevalecen para valorar una relación primaria: fue gran amigo del general Pérez, pero lo fue también de Bosch, de Peña Gómez --a quien protegió muchas veces para salvarle la vida--, y a muchísimos jóvenes izquierdistas les evitó una muerte segura.

Que yo sepa, a Silvio jamás le preocupó el lugar donde lo pudieran colocar las habladurías callejeras en tanto él cumplía con el deber del periodista objetivo, valiente, perspicaz, agudo y responsable… Los demás, eran los demás.

¡… Y sigue igualito! Ojalá no lo contamine mi “gobiernismo” --probablemente será seriamente reprendido por su frente del dominó--, pero la verdad tiene siempre que ser dicha: Silvio Herasme Peña ofrece cada cátedra de objetividad con sus artículos de los domingos.

No es danilista ni es leonelista ni es abinaderista y menos hipolitista… Pero al mismo tiempo Silvio es de los cuatro... Dice lo que cree de ellos con respeto y con altura: los critica con acritud cuando merecen ser criticados; los defiende con hidalguía, cuando merecen ser defendidos. ¡… A fin de cuentas lo que importa es la conciencia!

Tags relacionados