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FUERA DE CÁMARA

Altas cortes, altos jueces

En todas partes se critica a las altas cortes en tanto sus decisiones constituyen instancias máximas en la administración de Justicia. No porque sus decisiones sean inapelables, que no lo son, sino porque suponen el dictamen colegiado de maestros del Derecho con discreción para motivar un voto disidente.

En los tres destinos que he tenido como embajador --Chile, España, Panamá--, no he apreciado ninguna diferencia en ese aspecto: las altas cortes, en especial el Tribunal Supremo, están siempre cuestionadas por todos los litorales partidarios. No se libran nunca de un fuego cruzado… … A pesar de que en todas partes el principio de su composición es el mismo: a sus miembros los elige una instancia del Estado integrada por los propios políticos --Consejo de la Magistratura o el Congreso por nominación del Ejecutivo--, y nunca escogidos por ángeles y arcángeles libres de contaminación partidaria.

Con un punto en común que sustentan como principio fundamental: particularmente pueden motivar un voto disidente que los exime del borreguismo que usualmente arrastra la mayoría mediante un procedimiento que cuestionan los principales tratadistas del Derecho en todo el mundo.

La propia estructura de los estados democráticos se ocupa de componer la pirámide judicial: la Corte Suprema integra sus propias instancias de casación; las Cortes de Apelación reciben las referencias del primer grado y los tribunales menores dirimen las menudencias sociales… … Pero todo parte de la voluntad política en el primer tramo de selección. ¡Ahí radica el pecado original!

… El Constitucional No se le puede exigir mayor eficiencia, capacidad y equidad al Tribunal Constitucional que preside el magistrado Milton Ray Guevara. Habrá cometido errores como en toda obra humana; se habrá equivocado pero jamás por encargos ajenos; habrá pifiado un roletazo incómodo pero nunca para decidir un juego… En ese Tribunal todos los jueces que así lo desean motivan su voto disidente y nadie se enoja ni desconoce el derecho al disenso que les asiste inclusive en temas de tanta controversia como la sentencia 168/13 que tantos sinsabores le ha causado al gobierno de Medina por la campaña de descrédito que vino después.

La composición del Tribunal Constitucional - -y eso ha estado siempre fuera de discusión--, fue uno de los grandes aciertos del Consejo Nacional de la Magistratura que compuso las altas cortes y modificó la estructura de la Suprema.

Todos sus integrantes han estado a la altura de las circunstancias y sentado jurisprudencias que marcan una nueva institucionalidad en materia constitucional… Negarle esos méritos al doctor Ray Guevara sería pura mezquindad.

El Superior Electoral… Nadie duda que a pesar de su carácter controversial, las decisiones del TSE se enmarcan dentro de la ley y que ha sido objeto de una burda campaña de descrédito que no merecen sus integrantes.

El Tribunal Superior Electoral ha tenido que dirimir los más agudos conflictos partidarios que registra la historia democrática desde la muerte de Trujillo hace 55 años… Los dos partidos que mantuvieron la hegemonía política durante todo ese tiempo se fracturaron y terminaron en esa corte.

Desde entonces los jueces del TSE no han tenido paz con los perredeistas de uno y otro bando siempre a costa de su credibilidad y el prestigio de sus integrantes.

Pero los magistrados los han puesto en las cuatro esquinas… Pero siguen al pie del cañón.

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