Cambio climático
En esta semana el mundo despierta, se activa y se integra en la lucha para revertir y frenar los efectos del cambio climático.
Alrededor del globo terráqueo todos los ojos estarán puestos en el desarrollo de la COP21. Desde ya, en varias ciudades del mundo se está dando la alerta y fortaleciendo el compromiso de luchar contra el cambio climático que impacta, sin discriminar, sectores, áreas, regiones, países y pueblos.
La COP21 es el evento que reúne a los jefes y jefas de Estado y de Gobierno miembros de las Naciones Unidas, al igual que a distinguidas fi guras del mundo científi co, académico, de la sociedad civil y del sector empresarial, por primera vez en 20 años, para intentar obtener un acuerdo legal que se imponga a los 196 miembros que discutirán el tema por 11 días en Le Bourget, París.
El objetivo principal de la COP21 es mantener el calentamiento global por debajo del límite de los 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, es decir, los niveles previos al 1850.
Esto plantea un gran reto al mundo industrializado en el que vivimos, y presiona principalmente a las grandes potencias mundiales y a las ciudades con grandes concentraciones humanas.
Desde que la Declaración de Río de 1992 y el activismo de Al Gore pusieran el tema del cambio climático en la palestra mundial -causa que le valió un Premio Nobel de la Paz- el mundo ha estado discutiendo la validez científi ca del riesgo de una debacle mundial causada por el cambio climático.
La evidencia existente no se puede rebatir: desde la Revolución Industrial, los niveles de dióxido de carbono han aumentado en un 30%; la superfi cie ártica ha disminuido un 4% desde 1979 y 9 de los 10 años más calientes de la historia han ocurrido en los últimos 15 años.
Más de 40 mil personas participarán en la COP21, quienes enfrentan el reto de obtener un acuerdo global que logre establecer límites a la emisión de gases de efecto invernadero, sin que esto se convierta en una limitante al crecimiento económico de los países.
Es decir, un acuerdo mundial que viabilice el desarrollo económico y social sin seguir dañando el medio ambiente.
Nuestro país asiste a esta importante cita, con la representación del más alto nivel, encabezada por el presidente de la República, Danilo Medina Sánchez, como muestra del compromiso que siempre ha mostrado el país con la protección del medioambiente y ser también víctima de sus efectos.
La participación del Presidente de la República en estas negociaciones es de gran importancia, porque se trata de una de las más importantes citas a nivel mundial, donde estarán en juego intereses geopolíticos que impactarán a nuestro país.
El Papa Francisco, quien hace unos meses adelantó la posición de la Iglesia Católica en la magistral encíclica Laudato Si’, se ha referido al tema en su visita ofi cial a Kenia, advirtiendo que los intereses particulares no pueden prevalecer sobre el bien común.
Sin duda, lo que se juega en París es el futuro de la humanidad.
Nuestro país, cuyas emisiones son insignifi cantes comparadas con las de China, Estados Unidos, Alemania y demás países industrializados, debe dar al mundo un ejemplo de desarrollo sostenible, que inicia por concienciar y empoderar a cada habitante de este país para que cuide del medioambiente, respete y entienda los impactos que producen el cambio climático.
Debemos propiciar que los ciudadanos defi endan los recursos naturales, propicien su buen uso y exijan su protección.
Es lo que ha inspirado que desde Progresando con Solidaridad trabajemos con las familias más encarecidas, para que sean protectores y defensores del medioambiente, como estrategia para la sostenibilidad de las comunidades dominicanas y del país.
Vivimos en una isla con dos países, dos pueblos, y dos realidades medioambientales diferentes. Por eso, para todos los habitantes de esta Isla, entender el concepto de cambio climático y sus efectos debe ser tan familiar como comer y dormir.
El Papa Francisco se ha referido al tema en su visita ofi cial a Kenia, advirtiendo que los intereses particulares no pueden prevalecer sobre el bien común.