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MI POSICIÓN

Una sociedad entrampada

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Santiago Cuesta KurySanto Domingo

Definitivamente debemos hacer las cosas distintas para poder obtener resultados distintos en nuestro país. La falsedad, la mentira y el engaño es una forma de desunión social; una sociedad en la mentira no es una sociedad política, sino una sociedad tramposa, entrampada en sí misma.

Jueces y fiscales tramposos, policías y militares tramposos, empresarios tramposos, medicinas tramposas, congresistas y alcaldes tramposos, presidentes tramposos, de todo hemos tenido y seguimos teniendo en esta sociedad dominicana. “prácticamente una sociedad ciegamente entrampada en la política y en la mentira de sus políticos”. Y no es para menos, el desgarro que produce la palabra equivoco, el engaño, establece entre los miembros de una sociedad un territorio resbaladizo en el que es imposible cultivar la convivencia sana, familiar y política para entender la vida que nos toca vivir. Ya no hay garantía de nada ni para nadie en este país.

Los malos ejemplos le han ganado la batalla a los buenos ejemplos sin importar el lugar social ni la clase social de su procedencia. Todo se resuelve con el engaño, la mentira y el dinero en nuestra justicia. Una especie de entrampamiento políticamente establecido y sustentado por nuestro sistema político sin distinción. Un juego muy peligroso para todos.

No es tan difícil entender por qué somos una sociedad entrampada y llena de vicios, drogas, alcohol, juegos de azar, corrupción pública y privada y con una justicia eminentemente ciega y corrupta en sus más altos niveles.

“He ahí la razón de nuestra desgracia social, la justicia”. Compuesta no por jueces sino, por políticos sin calidad moral para aplicar el peso de la ley a sus infractores.

La justicia se ha convertido en nuestro peor enemigo social, pues, cuando la justicia viola la ley no hay nada que hacer que no sea seguir entrampado en una sociedad que se degrada a si misma ante la mirada seca e irresponsable de la propia sociedad que elige a sus autoridades para que la dirijan.

No basta con rezar, hacen falta muchas cosas para conseguir la paz, tal y como dice la canción de los guaraguaos. Nuestra sociedad sigue siendo, una sociedad entrampada.

Es hora de librarnos de esta desgracia política-justicia, que nos arropa.

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