La absolución de Marcos

Es curioso que Marcos Martínez haya sido absuelto por una corte colegiada de Santiago después de pasarse tres años y medio anunciando una condena anticipada en atención al control que según él tiene Leonel Fernández de la judicatura nacional.

Más extraño todavía es que una instancia de la propia Suprema Corte haya empatado a dos votos al momento de emitir una sentencia para decidir si se archiva o no una acusación del Ministerio Público -- ¡vaya paradoja!-- contra el ingeniero Félix Bautista.

En este último caso fue menester iniciar el proceso en cero y sumar un quinto magistrado --sacado de una instancia inferior--, para conocer un expediente con cuchumil acusaciones de la Procuraduría contra una de las figuras de mayor cercanía política al ex-presidente Fernández. Y no se sabe en qué parará ese proceso.

La lógica más elemental indica que si en verdad Leonel controlara a los jueces “y a todas las instancias judiciales”, como dicen sus detractores, ambos casos habrían sido pan comido: el expediente contra Félix descansará el sueño eterno y Marcos estaría en la cárcel de RafeyÖ

...Pero ni una cosa ni la otra pasaron: Félix sigue dando viajes a la Suprema y Marcos está celebrando su absolución --su “triunfo”, como él mismo le llama--, que de paso dedicó al expresidente Hipólito Mejía.

Respetar las sentencias

Las dos sentencias tienen que ser respetadas, y afortunadamente existen mecanismos para recurrirlas y atacarlas si una de las partes no está de acuerdo con ellas.

Lo que nadie ahora puede dudar es de la falsedad de una acusación que ha venido pesando contra Leonel desde antes de abandonar el poder hace más de tres años: ¿...No dicen que él controla la Justicia? ¿Dónde está ese control si no es capaz de influenciar ni siquiera a una corte de pueblo?

Está claro que en el Ministerio Público, más que influencia Leonel tiene enemigos que quisieran verlo en Najayo... Y probablemente más de la mitad de los miembros de la Suprema Corte lo enviarían a La Victoria... si pudieran.

Los jueces de la base ni pensar. La mayoría de ellos probablemente nunca ha visto de cerca de LeonelÖ y en su designación como jueces Leonel nada tuvo que ver porque la Judicatura hace muchos años dejó de manejarse con esos criterios caciquistas.

... Y Marcos Martínez

Conozco a Marcos Martínez desde mis días de amistad y relación laboral con Hipólito en Agricultura porque Marcos fue un gran amigo del presidente Antonio Guzmán y uno de sus cuadros políticos de batalla en el Cibao...

...Es pasional, vehemente, lanzado. Pero Marcos no es mala persona, y fuera de su temperamento volátil, sigue siendo generoso con los más pobres y es inteligente. De aquella generación de jóvenes perredeístas de hace 40 años, conserva su humildad y buen sentido del humor.

Si se me preguntara lo que pienso sobre este conflicto legal entre la doctora Cedeño y Marcos Martínez, diría que Marcos Martínez cometió un error y una injusticia con Margarita... Pero igual creo que Margarita ha demostrado su inocencia y que Marcos ha quedado mal y su imagen deteriorada después de decir lo que dijo. Ha perdido como quiera a pesar de haberse convertido en figura mediática. Marcos no puede cantar victoria porque su única ganancia ha sido el descrédito público... ¡Y Margarita debería dejar eso así...!