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Carlos Despradel

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JOSÉ LUIS DE RAMÓNSanto Domingo

La Fundación Corripio anunció recientemente que el premio para ciencias económicas, que se otorga cada cinco años, ha sido concedido a Carlos Despradel. Este premio reconoce el trabajo acumulado de una vida meritoria. La noticia me impone agradecer y reconocer a este amigo y gran economista.

Cuando salí de la universidad, recién finalizados los “doce años” de Balaguer, Carlos Despradel era parte de un grupo de economistas, casi todos provenientes del Banco Central, que se habían constituido en la “inteligencia” del Estado y la academia y que seguirían siendo eje central de ambas por los siguientes 35 años. A esa elite pertenecen además, Bernardo Vega, Manuel Jose Cabral, Ramón Martinez Aponte (epd), Ramon Perez Minaya, Miguel Sang Ben, Arturo Martinez Moya, entre otros.

El currículo de Carlos Despradel es impresionante. Ha ocupado las “tres coronas”: Gobernador del Banco Central, Ministro de Economia (antes Secretario Técnico de la Presidencia) y Embajador Dominicano ante los Estados Unidos. Nunca he trabajado con él, pero las anécdotas que me han sido relatadas por testigos presenciales, sobre todo de eventos que ocurrieron en el medio de crisis, demuestran coraje, honestidad innegociable, la aceptación práctica de la realidad y claridad sobre las limitaciones que puede tener un profesional en un mundo -el Estado- del que los dueños reales son los políticos.

Cualidades parecidas aplican a su ejercicio como consultor privado, destacándose su transparencia sobre el interés representado y sus lealtades, sin esconderse en argumentos populistas. Como economista, ha expresado -¡y mucho!- lo que piensa en artículos y libros. Mis ideas tienen similitudes con las suyas, aunque no siempre he coincidido con él (misión imposible para dos economistas). Admiro que los temas que trata son los fundamentales para el país y que no se mete en temas en los que no se reconoce como experto. Me encanta la claridad, simpleza y elegancia de sus análisis. Cualquiera puede entender lo que escribe Carlos, independientemente de lo complejo que sea el tema que está tratando.

DASA (empresa de Carlos Despradel) y Ecocaribe pusieron al servicio de los negocios la información económica de coyuntura. Hoy lo hacemos muchos; ellos fueron los primeros.

Pero sobre todo Carlos es un hombre decente. Tendrá sus sombras, como todo humano, pero ha sido y sigue siendo una persona, un profesional, un funcionario y un ciudadano ejemplar. Felicidades Carlos por este merecido premio y gracias desde una generación de economistas a la que has servido como ejemplo.

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