Buena oportunidad

Siempre he escuchado decir a mi querida madre que las cosas suceden por algo. La muerte del ingeniero David Rodriguez García puede ser una gran oportunidad para el presidente Danilo Medina.

“Ahora es”, fue el grito de guerra con el que se identificó el gobernante en su primer intento de alcanzar la presidencia en el año 2000. Puede que sea ahora cuando haya llegado el momento de hacer que la Oficina Supervisora de Obras del Estado cumpla su papel.

Como el presidente no puede estar en todas partes, crea mecanismos para que les lleguen informaciones por diferentes vías. Por eso las tantas agencias de “inteligencia” o caliesajes. O por eso Danilo se ha identificado tanto con las visitas sorpresas.

Además de informarse directamente de la gente, está en contacto con los sectores más necesitados y se entera de cosas que de otra forma no les llegan. Por eso también el surgimiento de algunos mecanismos como la Oficina Supervisora de Obras del Estado.

Ese era el objetivo: ser los ojos y los oídos del presidente. Para que supervisara las cosas que construía Obras Publicas, el INDRHI, el INVI, INAPA, la CAASD, etc.. Que al momento de ir a inaugurar una obra, no hubiese “sorpresas” con materiales de mala calidad, bloques mal colocados, engaños a los ingenieros ni a la comunidad beneficiada. Vigilar que las instituciones, que sí están autorizadas a invertir en levantamientos de obras, lo hagan bien. Ese era el informe extra para el presidente.

Sin embargo, alguien descubrió que por esa vía, con ese poder, se podía enriquecer y ahí llegó la otra historia. Hasta el punto que hoy, el gobierno de Danilo Medina está envuelto en una telaraña de inmensas proporciones.

La población espera que el gobernante pueda salir airoso de esta. Para eso debe actuar rápidamente, y con energía. Debe olvidar a los amigos y los privilegios. Tiene que darle un ejemplo al país de que no son solo deseos que él tiene de que aquí se haga lo que nunca se ha hecho, sino demostrar que es su real determinación. Penosamente, David Rodriguez no estará para ver el resultado de su acción.

Gesto que enlutó a su familia y le dio a Danilo Medina una gran oportunidad para romper una cadena que históricamente ha servido para enriquecer a unos pocos y extorsionar a humildes y destacados profesionales.

Confiamos que nuestro presidente no desaprovechará esta Buena Oportunidad y haga que esa dependencia retome su correcto camino: supervisar de verdad o convertirla en oficina constructora definitivamente, con una imagen distinta.